Acoger a 17.337 refugiados. A esto se comprometió España con la Unión Europea, a dar un paso para poder mitigar una de las crisis de refugiados y desplazados más graves de la historia, de hecho, la más importante desde la Segunda Guerra Mundial.

Tanto asociaciones como la oposición han venido denunciado que los esfuerzos del Gobierno por cumplir con la cuota de acogida de refugiados han sido mínimos. De los 17.337, sólo han llegado a España 1.329; concretamente: 1.124 de Grecia y otros 205 procedentes de Italia.

Sin embargo, el Ministerio de Interior no ha dudado en colgarse una medalla y asegurar que han cumplido con su compromiso en 95%. Es más, el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, ha llegado a decir que España "ha dado la talla" en el reasentamiento de refugiados  y que si no ha podido hacerlo con el programa de reubicación ha sido porque no hay "más personas reubicables".

Así se expresó en la Comisión de Interior del Senado en una intervención donde, de paso, aprovechó para criticar el sistema de la Unión europea. Para Nieto, una de las "imperfecciones" de este sistema ha consistido en que "si había un acuerdo para realojar un grupo para que vinieran a España y ese colectivo se enteraba que el siguiente envío era a Dinamarca, Alemania, Suecia o países más atractivos para ellos, renunciaban para formar parte del siguiente contingente".

Para evitarlo, ha proseguido, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría "solicitó 500 de manera inmediata", pero llegó el escrito griego en el que "agradecía el esfuerzo" e informaba de la ausencia de más refugiados que reubicar desde su territorio.