Sydney Sweeney se encuentra en "la zona de interés", un punto estratégicamente triangulado, situado en el punto de unión de varias aristas que, como pilares, soportan la estructura del producto final. Existen muchos motivos por los que la intérprete se ha convertido en el perfil de mujer venerado por la derecha norteamericana, la más acorde con el ideario de Donald Trump. 

Sin embargo, también es muy posible que este nuevo estatus desde el que maniobrar en la industria no haya venido dado únicamente por sus acciones, sino que sea el fruto de un benficioso quid pro quo. Ella ha jugado un papel mediático moviéndose -sin decirlo abiertamente- en el espectro de la derecha norteamericana, y esta, la ha encumbrado como modelo de conducta. Algo así como lo que ocurría, a menor escala, con RoRo y la derecha patria cuando la TikToker daba el pelotazo con su formato. 

Al otro lado del océano y tras un giro progresivo hacia posturas republicanas, hace unos días se confirmaba que la actriz de Euphoria esta registrada por el partido de Trump en el Estado de Florida, algo que el actual presidente de los Estados Unidos ha correspondido el favor, mantenido este intercambio y asegurando que, en ese caso "su último anuncio es genial".  

 

Trump y el símbolo de los vaqueros 

Este auncio al que Trump se refiere no es otro que el de American Eagle, la marca que hace una semana lanzaba una campaña protagonizada por Sweeney en la que la se hacía un juego de palabras entre las palabras jeans (vaqueros) y genes (genes), dejando a la imaginación del consumidor posibles trazos de supremacía blanca. En contra de todas las críticas que recibía el anuncio de la estadounidense, el presidente republicano ha tardado unas pocas horas en impulsar en Bolsa las acciones de la marca

“Sydney Sweeney, republicana registrada, tiene el anuncio más atractivo del momento. Es para American Eagle, y los jeans se venden como pan caliente. ¡A por ellos, Sydney!" Así anunciaba el magnate su siguiente movimiento para corresponder la cada vez mayor carga política que envuelve a Sweeney y su imagen pública. Tras ello, los títulos de la compañía subían durante este pasado lunes más de un 18% gracias a peraciones de compra especulativas

La "mujer nortamericana" por excelencia

La actriz ha ido coleccionando muchos de los atributos que el sector reaccionario puede alabar en una mujer: atractivo canónico, una postura pasiva en cuanto a las declaraciones públicas, el uso de armas o los actos destinados a satisfacer la mirada masculina. Es en este último punto en el que la actriz de The White Lotus se aleja más del conservadurismo puro, explotando una imagen joven y sensual como un aparato económico propio. Siguiendo las directrices del neoliberalismo salvaje, este mejunje de atributos funciona muy bien en comunidades de ultraderecha, aquellas que sí celebran la sexualización de la mujer siempre y cuando vaya dirigida a los hombres.

 

Algo parecido ocurría durante el pasado mes de mayo, en el que la actriz sacaba al mercado una edición limitada de jabones hechos con el mismo agua con la que la ella misma se bañaba. La remesa de 5.000 unidades de la marca Dr.Squatch se vendía mayoritariamente a hombres, a los que muchos usuarios tachaban de 'incels'. Así, la estratégica amalgama de corrientes ha temrinado proponiendo a la intérprete como un estandarte de los valores republicanos neoliberales nortamericanos, creando una potente capa ideológica en sus movimientos mediáticos. 

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio