Nadar arrastrando deudas emocionales del pasado no es fácil. Enfrentarse a historias desangradas y nunca bien cerradas, que precisamente por ello en cualquier momento pueden reaparecer con mayor dolor, tensión y desconsuelo del que se fueron, lo es todavía menos. Es lo que le ocurre al protagonista de The Control Room, que, sin comerlo ni beberlo, se ve envuelto en una angustiosa trama repleta de impactantes giros de guion y estrechamente relacionada con oscuros episodios de su amarga infancia. De mano de Filmin y tras su arrollador estreno en Reino Unido, aterriza en España esta poderosa producción de la BBC de tan solo tres episodios.

Contar todo lo que ocurre en este brillante thriller sin hacer spoilers es prácticamente imposible. Gabriel (Iain De Caestecker) es un joven que hace frente a situaciones extremas de vida o muerte desde su puesto de trabajo en el centro de atención telefónico de emergencias de Glasgow. Un día recibe una llamada que le toca muy de cerca. Es una amiga de su infancia que tras confesarle que ha asesinado a su pareja, le pide ayuda para deshacerse del cadáver. A partir de ahí, su vida se convierte en un infierno repleto de peligrosos acontecimientos de los que le va a ser muy difícil escapar. La serie, que desde un principio mantiene en tensión al telespectador, se va enmarañando más y más conforme avanza la historia.   

¿Cómo nació la serie?

“Una mañana fui a por mi hija y no se despertaba, estaba muy débil”, explica el guionista y creador de la serie Nick Leather. “Llamé enseguida a emergencias, y me di cuenta de cómo la persona que está al otro lado de la línea, y con quien creas una relación muy intensa en pocos minutos, puede cambiarte la vida. Enseguida lo vi claro: necesitaba escribir sobre esto. The Control Room es un thriller, pero también, sobre todo, una historia de amor truncada”.

Pocos peros se le pueden poner a esta magnífica producción. Si acaso, y precisamente por su ritmo trepidante, se echa en falta que no ahonde más profundamente en la personalidad y el confuso pasado de sus personajes protagonistas. Ello no es óbice para que todo lo que cuenta la trama sea impecable y enganche sin parar al telespectador.

Filmin siempre se ha caracterizado por traer verdaderas joyas británicas y The Control Room es sin duda una de ellas. No se la deben perder por muchos motivos, pero sobre todo porque cuando la acaben con seguridad pensarán que la vida puede cambiar y ponerse patas para arriba en menos de un minuto.