Disney + se ha apuntado un gran tanto estrenando bajo demanda semanal Reservation Dogs, la aclamada serie de FOX, ante la que ya ha caído rendida y con razón el público y la crítica estadounidense. Desde el minuto uno, las andanzas de este grupo de cuatro adolescentes que comete delitos, roba y hace lo imposible por conseguir dinero con el que poner rumbo a California y dejar atrás su aburrida vida en un pueblo de Oklahoma, atrapan y envuelven al espectador. Este ansiado camino hacia la tierra prometida, es el catalizador de una serie que combina el humor más ácido y corrosivo con profundas implicaciones sobre lo que supone crecer en una reserva indígena.

“Reservation Dogs”

 

La pandilla vivirá junto con el resto de miembros de la comunidad todo tipo de conflictos y desencuentros personales y emocionales. Al tiempo, los cuatro sobrellevan como pueden la pérdida de uno de sus miembros, Daniel, de cuya muerte por un motivo no explicado en un primer momento y desvelado a lo largo de esta primera temporada, culpan al pequeño y aburrido pueblo del que intentan escapar. Reservation Dogs supone además, todo un triunfo de la representación indígena a ambos lados de la cámara.

 

Hilarantes y envolventes personajes

La serie, cuyo título en inglés obedece a un juego de palabras con el término reservation-reservas a las que el gobierno estadounidense relegó a los nativos para su autogestión y la aclamada ópera prima de Quentin Tarantino “Reservoir Dogs”, está repleta de hilarantes y surrealistas personajes: raperos nativos, espíritus indígenas, farsantes, ladrones de medio pelo o abuelas inesperadas pueblan en medio de la ternura, locura, sonrisas y lágrimas. Así es Reservation Dogs. En cuanto uno empieza a verla, se da perfecta cuenta de que está ante algo especial, distinto, cuidado y muy bien hecho.

Los protagonistas de Reservation Dogs

 

Al frente de un equipo conformado casi en su totalidad por profesionales indígenas estadounidenses que tienen mucho que contar, se encuentran Taika Waititi- consolidado en Hollywood gracias a Lo que hacemos en las sombras (HBO) y Sterlin Harjo, quien tiró de sus propias experiencias personales para poner en pie la trama. Ambos han conseguido que una serie protagonizada por adolescentes, se aleje ostensiva y afortunadamente de las clásicas y espantosas tramas teenagers que tanto abundan y sobran. Aquí no hay niñatos uniformados intratables, ni asesinatos sin resolver, ni estupideces por el estilo, sino una historia conmovedora, real, dura y a la vez muy divertida.