Da igual que haga de policía, de reina de Inglaterra o de hija asesina y superacabada como en Landscapers, en España Cómo meterse en un jardín. Olivia Colman siempre está enorme. Ella es, sin duda, lo mejor de la miniserie de 4 episodios ya completa en HBO Max. La actriz británica salva los muebles de esta oscura historia, cuyos experimentos tanto narrativos como visuales por muy novedosos que sean, no terminan de cuajar.

Susan (Olivia Colman) y Christopher Edwards (David Thewlis), tras 15 años escondidos en Francia, fueron detenidos y acusados de doble asesinato al poco de aparecer los cuerpos de los padres de ella, enterrados en el jardín de su casa en Mansfield. Un doble crimen que hizo temblar a todo Reino Unido en 1998 y por el que, a pesar de que siempre mantuvieron su inocencia, fueron condenados a 25 años de cárcel.

Esto no es ningún spoiler porque lo de que menos se preocupa la onírica Landscapers es de averiguar si el matrimonio era culpable o no. Partiendo de un apuesta estética y narrativa clásicas de Hollywood, el escritor Ed Sinclair y el director Will Sharpe construyen una irregular historia de amor y tristeza, empañada en todo momento, eso sí, por las dudas tras el misterioso asesinato.

Landscape

No esperen encontrarse un clásico policial porque no lo es. Cómo meterse en un jardín hace honor a su título. ¡En menudo jardín se han metido sus creadores con tanta modernez, cuarta pared, sets de rodaje mostrados a cámara y wésters en blanco y negro continuamente!

Los interrogatorios policiales británicos son geniales. Y por fortuna, aquí también. El bombardeo de preguntas por separado a la pareja y sus recurrentes contradicciones en la versión de los hechos son apasionantes. Sin embargo, la recreación de los mismos, por muy artística y colorista que sea, parece una mala broma y con los inspectores de por medio, más. Por cierto, Kate O’Flynn en la piel de listilla y agresiva policía, pone muy nervioso.

De Colman ya está todo dicho. Mis elogios por último para su pareja en la ficción David Thewlis; no solo está a la altura de la actriz, sino que incluso a veces, le hace sombra. Ver semejante duelo interpretativo en pantalla es una gozada… El resto de la serie, no tanto.