Nos encontramos con Paula Cendejas en una sala de Warner Music Station, situada en Príncipe Pío. Está cansada. El día anterior a la entrevista trasnochó por un bolo que no le dejó muy satisfecha por algo ajeno a ella. En esos momentos, trata de abstraerse de lo que le rodea. Se hace una bola e intenta disfrutar lo que puede. Paula acaba de lanzar Pa Enamorar, un tema crudo, doloroso y que forma parte del nuevo proyecto de la artista madrileña. Un nuevo EP producido por Carlos Ares y tan real que duele. 

P: ¿Cómo estás?

R: Me siento emocionada porque estoy abriendo la puerta a lo más especial que he hecho nunca. Y eso me da vértigo pero también muchas ganas de afrontar esta nueva etapa.

P: ¿Cómo va a ser el trabajo?

R: Será un EP muy conceptual. A pesar de que los temas pueden hablar de cosas diferentes, todo gira alrededor de mí. Te estoy contando mi vida desde perspectivas dolorosas, porque expresar cualquier cosa duele.

P: El dolor tiene un gran poder inspirador.

R: Este trabajo nace ahí, del dolor. De una etapa complicada que ha acabado drenando de esta manera. Y de todo eso nacen las canciones más reales que he hecho nunca. Y lo real no siempre es positivo.

P: Duele tanto lo real...

R: Tengo claro que lo que más me mueve para escribir es el dolor. Pero también me sirve para cambiar y mejorar como persona.

P: Pa Enamorar es un ejemplo bastante claro de eso. Es un tema que duele.

R: Pues agárrate con lo que viene (ríe)

P: Tengo una avería, tengo un cortocircuito /Como brujería mi cora esta maldito /Ojalá pudiera dar amor infinito /Pero todavía no puedo enamorarme ni un poquito. Es bastante jodido esto que expresas.

R: Llevaba varios meses sintiéndome así. Conocía a gente, me inspiraban y podía llegar a conectar con ellos. Pero nunca llegaba a enamorarme. Al principio lo tomaba cómo que esa no era la persona idónea. Pero llegué a un punto muy frustrante. Llevaba seis años con diferentes relaciones más o menos duraderas pero con las que nunca llegaba a sentir de verdad. No me enamoraba. Era frustrante.

P: Es cierto que es difícil saber qué es estar enamorado.

R: Yo todavía no he encontrado el punto sano de estar enamorada. Se mezclan muchas cosas químicas, también. Es un proceso que viene de la mano con la madurez, cuando te das cuenta de lo que quieres y lo que no. En mi caso no era tanto el tema de adultez, sino el de no dejarme sentir. Vengo de ser una sufridora en la vida.

P: Ya somos dos.

R: Entonces llega a esa fase de no querer que te hagan más daño. Y te pones una barrera que ni tú mismo te das cuenta de que la tienes. Piensas que estás abierto al mundo pero para nada es así. Y Pa Enamorar nace de esta frustración. De, ‘joder’, estoy enfadada conmigo misma porque no soy capaz de enamorarme.

P: ¿Eres capaz de sacar un mensaje de aprendizaje de este dolor?

R: Si algo tengo, es esa capacidad de sacar lo positivo del dolor. Quizás no en ese momento, pero al final sacas un aprendizaje. Y este proyecto es eso. El concepto del dolor tiene otra cara: la reconstrucción. Soy una luchadora desde que soy un moco. Pa Enamorar también es paradójico ya que al escribir esto, estaba, sin saberlo, enamorándome de alguien. Y lo conseguí. Luego está la parte de enamorarte mal por diferentes traumas. Pero eso es otro tema que ya escribiré.

P: Dolor, superación, reconstrucción. Al final, en la vida estás constantemente renaciendo.

R: Lo que estoy haciendo es poner palabras a un sentimiento que mucha gente ha experimentado. Yo pongo las palabras a lo que tú también sientes.

P: Al final, Pa Enamorar termina con Mi corazón da la impresión que está en prisión y ya quiere salir. Tras todo el dolor que muestra la canción, terminas con algo positivo.

R: Es la única frase esperanzadora de todo el tema porque me pilló en ese preciso punto cuando la escribí. Acepto mi realidad, la cual me frustra y enfada. Pero abro la puerta a cambiar. A poder enamorarme. Cuando siento que algo me frustra y no me hace sentir cómoda, busco la manera de cambiarlo. Y mira, al final me enamoré.

P: Hay que destacar también la producción de Carlos Ares, la cual me ha parecido increíble.

R: Carlos es mi otra mitad en la música. Tenemos una forma muy especial de trabajar porque se escapa de lo común. Nos tomamos el tiempo necesario para cada canción y así llegar al punto que ambos deseamos. Representa la filosofía que yo quiero llevar como artista. Los dos somos muy ambiciosos y perfeccionistas. Y tengo la confianza necesaria para abrirme y expresarle cómo me siento sin ser juzgada. En concreto, con Pa Enamorar, empezamos con una balada. Algo sencillo. Pero los dos queríamos hacer un proyecto completo. Y fuimos yendo por otra dirección. Descubrimos el mundo sintes, que es infinito. Y empecé a hacer drill. ¿Por qué hemos llegado aquí? Nos dimos cuenta que debíamos exprimirlo y ver por dónde nos llevaba. Es muy bonito el resultado porque hemos terminado haciendo algo conceptual sin tenerlo preestablecido.

P: ¿El EP va a seguir un sonido similar a Pa Enamorar?

R: Es un mundo basado en el piano-sintes. Algo muy minimalista. Hemos conseguido llegar a un punto en el que no hay que añadir más. La clave es que todo funciona con poco. Aunque los géneros son muy diferentes, comparten un núcleo. Conectan desde las diferencias.

P: El videoclip también es muy poderoso. En él te vemos subida a un caballo. En plan amazona.

R: Al igual que el resto del proyecto, también he estado 100% involucrada en la parte audiovisual. Contacté con dos directoras mujeres y tenía claro cómo quería que fuera. A pesar de la ayuda que he tenido, me he guiado siempre por mi intuición.

P: El caballo es un animal súper poderoso.

R: Yo montaba de pequeña, pero lo dejé. Es un animal al que le tengo mucho respeto. Diría que es mi animal preferido. Para el videoclip, tomé clases en verano hasta que estuve preparada para grabar. Es cierto que al volver a hacerlo, me fui acordando de la técnica.

P: Tiene que ser una sensación brutal.

R: Es increíble. Es un animal enorme y con mucha fuerza. También muy inteligente. Me parece hasta intrusivo manejar un caballo. Por eso creo que debes tener una conexión con él. No me gusta el tener que montar a un caballo ‘por narices’. He tenido un dilema importante en este proyecto. Lo he intentado hacer desde lo real, lo energético. De hecho, estuve semanas antes con ese caballo en concreto. Campero se llama. Fue un proceso bonito y desde el respeto al animal. Además, me dio muchos estímulos. Mucha calma durante el rodaje. Le tengo muchísimo cariño. En cuanto pueda, me encantaría volver a visitarlo.

P: Empezaste tu carrera subiendo covers y las redes sociales han sido muy importantes en tu carrera. Por otra parte, sacaste FOMO, el temor a perderte cosas que están sucediendo a tu alrededor. Un mal provocado, en gran parte, por las redes sociales. Creo que a través de este paradigma, se explica bastante bien las dos versiones que tienen las redes.

R: Todo tiene que ver. Las redes me las tomé como un trabajo desde que empecé. Tenía mis estudios, mi trabajo e Instagram. Empezó siendo algo genuino porque quería cantar. Se convirtió en una rutina y la gente comenzó a exigir. Y acabé quemada, claro. Llegó un momento en el que tuve que romper con todo. Eliminé todo. Con las redes sociales tengo una relación amor-odio. Me lo han dado todo pero al mismo tiempo siento que han cambiado tanto y tan rápido que no he conseguido adaptarme del todo a ellas. Ahora me cuesta llevar mi música a las redes de una forma genuina. Aunque estoy aprendiendo.

P: Al final hay mucho artificio. La gente te engaña. Te hace creer que está subiendo un momento especial, muy feliz, cuando detrás de todo eso existe un gran vacío.

R: Suele ser así. Hay que aprender a aceptar que no se puede estar en todo y aprender qué quieres tú. Si le gusta a la gente, bien. Si no, tienen a muchos otros artistas a los que escuchar. Yo estoy bastante tranquila.

P: Tu ejemplo sirve como inspiración para muchos jóvenes que sueñan con ser cantantes. ¿Qué consejos les darías?

R: Intento no dar muchos. Y más ahora por cómo han cambiado las redes sociales. Cuando empecé, estaba todo despertando. Si eras de los primeros, tenías una puerta abierta. No manejo muy bien cómo funcionan ahora, pero a mí lo único que me ha servido en la vida es ser constante con lo que quiero. Siempre me he tomado esto muy en serio y no tenía otro plan. En la vida, a veces tienes que dejar algunas cosas. Siempre he estado centrada en mi objetivo a largo plazo. Y todas las decisiones que he tomado han sido para que me acercaran a mi sueño de ser cantante. Podría haber tenido un trabajo seguro y con un sueldo de puta madre para toda la vida. Pero no tenía nada que ver con la música ni con lo que quería. Podía tener estabilidad, pero nunca sería feliz. Y dije no. En todos los aspectos de la vida, si quieres algo, tienes que ir a por ello. Vengo de una familia con una tradición que decía que hay que priorizar estabilidad frente a felicidad. Pero he sido la primera en decir que no.

P: Además, el arrepentimiento es una de las peores sensaciones que se pueden tener.

R: Es que eso no puede suceder. No me imagino el llegar a los 90 años con esa sensación. Me suicido antes, directamente. Hay que luchar por lo que te gusta. Para qué estamos aquí si no.