Para escapar de este infierno en el que se ha convertido nuestra existencia en sociedad, uno tiene que sacrificar a su demoniete favorito. Y como está más cerca del demonio el que lo odia que el que lo ama, vale más tomarse una cerveza con él. Eso hizo Pablo durante las noches de confinamiento: pasear por las calles vacías de la ciudad y encontrarse con los demonios que las habitaban. Los demonios son buena gente, no hay nada que temer, así que los besó y siguió su camino.

La canción Lobito relata este proceso, que culmina inevitablemente en el ardor revolucionario, y sirve como preludio de Ultramonte, el inminente nuevo disco de Pablo Und Destruktion, grabado íntegramente en su refugio de las estribaciones de los Picos de Europa y que se publicará el próximo mes de febrero. Ahora que esos demonios nos vuelven a acechar, ahora que los toques de queda y las mascarillas en exteriores vuelven a imponerse, ahora que un pasaporte sanitario nos separa y saca lo peor de nosotros mismos, esta canción es más necesaria que nunca.

El videoclip ha sido realizado por Álex Galán, el polémico director del largometraje Salvajes, y nos describe una aldea perdida donde sus vecinos, con Pablo al frente y a caballo, se levantan contra el mundo moderno y su cobarde persecución de la seguridad.

En la edición de este disco colaboran el referente underground Humo Internacional y La Synthesis, el microsello y estudio de grabación escondido entre los Picos de Europa donde Pablo grabó estas canciones.