Sherlock Holmes es uno de esos personajes que sobrepasan en fama a su propio creador. Arthur Conan Doyle, en este caso, de quien se ha elogiado el personaje, pero apenas nada la destreza literaria. Hasta tal punto el detective más celebre del Londres victoriano ha alcanzado vida propia que se han amontonado libros, textos y hasta películas (como La vida privada de Shelock Holmes, de Billy Wilder) intentando cincelar su retrato fiel, la personalidad que se escondía más allá de sus aventuras, de su pipa y de su gorra. Ese juego de sombras que eran su mente científica e inescrutable, su carácter osado y huraño, su vicio por las sustancias, su incierto pasado… Y sus amoríos, claro.

A Holmes se lo tachado de machista, y son muy pocas las veces que se relaciona de una forma mínimamente personal con una mujer en sus libros. Solo una de ellas, Irene Adler, consigue desarmarlo intelectualmente y ablandarle el corazón. Y según reveló el pasado viernes, en el programa El Marcapáginas de Gestiona Radio, Juan Antonio Molina, editor de la antología policiaca El cuerpo del delito (Siruela), fue su único amor. Aparece mencionada en Escándalo en Bohemia (1891): “Y cuando habla de Irene Adler o menciona su fotografía, es siempre con el honroso título de la mujer”.

En el veterano espacio, que dirige David Felipe Arranz, se desgranaron además algunas de las claves del nacimiento y la evolución del relato policial, que pasó de centrarse en la investigación de crímenes, en el siglo XIX, a analizar el contexto social en el que se producían, ya en los años 30 del siglo XX. El Marcapáginas de se emite todos los viernes en Gestiona Radio para más de 30 provincias entre las 21h y las 23h, y cuenta entre sus colaboradores con la escritora Helena Cosano, el jefe de edición de El Correo Juan Ignacio Fernández Bañuelos, o los periodistas Jaime V. Echagüe o Sonia Villarroel.