Jorge Díaz (Alicante, 1950), uno de los integrantes de Carmen Mola, iba para periodista, pero no estaba dispuesto a permitir que la realidad le estropeara un reportaje. “Prefería inventármelo todo”, reconoce ante un grupo de periodistas convocados para la presentación de su nueva novela, ‘El Espía’ (Planeta), un relato sobre un judío nazi que trabajó como agente de inteligencia para el Tercer Reich, un cóctel inverosímil, pero absolutamente real. Hablamos de Isaac Ezratty, que adoptó el nombre de barón von Rolland para ocultar sus orígenes. “Tuvo una vida apasionante, fue el jefe de los espías alemanes en Barcelona durante la Primera Guerra Mundial, hizo de enlace entre Franco y Hitler, colaboró con los nazis… Su habilidad para engañar y traicionar a todo el mundo le permitió entrar en España en 1948 con un pasaporte falso”, explica el autor. En ese momento se le pierde la pista, una excusa perfecta para que Díaz, apasionado a partes iguales por el thriller y la historia, dé rienda suelta a su imaginación, que es lo que más le gusta y el motivo por el que se hizo escritor.

“La labor de un escritor es rellenar esos huecos que deja la historia, es decir, hacer cosas que sean verdad, pero no que sean reales”, enfatiza. Esto es lo que ha hecho con su personaje, darle una nueva vida inventada en Mojácar (Almería), un “paraíso” donde el barón logra refugiarse tras sobrevivir a las dos guerras y al nazismo. “Me lo cargo en el primer capítulo”, asegura y lo hace, además, de forma brutal, devorado por unos perros de pelea azuzados por los matones del pueblo. La inspiración viene de su alter ego, compartido con Agustín Martínez y Antonio Mercero: “Reconozco que mi manera de matar en esta novela debe mucho a Carmen Mola, yo antes lo habría hecho de otra manera, de un disparo, pero decidí hacerlo como lo habrían hecho estos dos salvajes que tengo como compañeros”.

Carmen Mola, fuente de inspiración

¿Qué ha aprendido Jorge Díaz de Carmen Mola, además de esa habilidad para idear asesinatos que dejan huella? “Soy mejor escritor después de Carmen Mola y ya era bueno entonces, imaginaos cómo soy ahora”, comenta medio en broma medio en serio. “He aprendido a no darme por satisfecho, a darle una vuelta más a las cosas y a saber que la primera idea no siempre es la mejor”, argumenta para justificar por qué se considera ahora mejor narrador.

Jorge Díaz es el segundo de los Mola que publica novela en solitario, el pasado mes de febrero lo hizo Agustín Martínez, con ‘El esplendor, y Antonio Mercero sacará la suya en breve. “Pactamos no consultarnos nada de las novelas para que no salieran tres minimolas”, confiesa. Tampoco se han pasado el texto hasta no recibir la aprobación final de su editora, Raquel Gisbert. “No sólo hemos pactado no leernos unos a otros antes de que lo aprueben, también no decirnos la verdad si era negativa. Yo solo les acepto que me digan que es muy buena, pero no les cuesta”, continúa con su ironía habitual.

La fascinación de Jorge Díaz por la Barcelona del caso Savolta

A diferencia de Carmen Mola, aficionada a situar la trama en Madrid, él cabalga entre Mojácar y Barcelona, una ciudad que le enamoró desde que leyó ‘La verdad sobre el caso Savolta’, de Eduardo Mendoza, en su época de instituto. “Aquella época me apasionó, todo ese mundo de drogas, barrio chino, los cabarés, terroristas, anarquistas, hombres y mujeres sin escrúpulos… Todo eso me encanta y me di cuenta de que tenía que estar basado en algo real. Lo busqué y descubrí que los autores intelectuales del asesinato del industrial Josep Albert Barret fueron el comisario Brabo Portillo y el barón von Roland”, comenta sobre el germen de esta novela, madurada durante años. Su primer protagonista era el comisario, pero cuando rascó en la vida de Ezratti, lo pasó a un segundo plano. “A mí los malos me caen bien, en las novelas, no en la vida real, y cometo el error voluntario de convertirlos en personajes muy atractivos”, asegura para justificar el giro final de ‘El Espía’: “A mí, durante toda la novela, von Rolland me cae muy bien y tengo que conseguir que, en el último momento, cuando descubres por qué ha muerto, el lector vea que se lo merecía”.

La novela tiene acción, investigación policial, ambientación histórica y thriller. Por ella desfilan personajes reales como Wilhem Canaris, el jefe de espionaje de Hitler, el industrial Barret y Pilar Millán-Astray, la hermana del fundador de la Legión española, muy cercana a Ezratty y Brabo Portillo. Entre sus sorprendentes facetas figura haber escrito ‘La tonta del bote’, una comedia teatral de la época de gran éxito, y haber sustraído documentación al embajador británico en España para pasársela al espionaje alemán.

¿Un jerarca nazi o un superviviente del terror?

‘El espía’ alterna distintos momentos históricos, la investigación del asesinato en Mojácar en 1952, que lleva a cabo un agente novato de la Guardia Civil novato, y la vida del barón desde su llegada a Barcelona en 1917, con escenas del interrogatorio de Ezratty por los servicios secretos ingleses tras la Segunda Guerra Mundial. Para averiguar quién lo mató es necesario saber quién era, ¿un jerarca nazi o un superviviente del terror?