En tiempos de guerra, tanto la miseria como los grandes valores humanos se constantan aún más. Y es que prueba de ello son los conflictos bélicos de la era moderna y así lo retrata el periodista Rodolfo Castro Galiana en su primera novela, 'Héroe del Rif. Apuntes para una novela' (Extravertida Editorial). 

La ficción, que transcurre bajo un hilo conductor con tintes de realidad, realta cómo el periodista Fabio Esquerdo accedió en 2018 en Algeciras, en Cádiz, a un archivo secreto que contenía documentos y testimonios inéditos sobre un héroe de guerra, en concreto, el profesor de latín y literatura Joaquín Santdemetrio de Málaga, quien tuvo que marchar a combatir por obligación a Marruecos en 1921 y tras el desastre de Annual. Pese a carecer de experiencia en el campo de batalla, este docente hecho soldado de la noche a la mañana se posicionó tanto en la cima del poder dictatorial como, a la par, en su mismo punto de mira debido a que guardó un secreto que podría poner en jaque los cimientos de aquel poder.

La narración va a caballo con aquellos tiempos, la actualidad y llega a detenerse en ciertas ocasiones en los instantes previos a la Guerra Civil española, la postguerra y los años sesenta en nuestro país. A la par, uno de los aspectos más atractivos del libro no es que solo combine ficción con toques de realidad, sino que también aborda aspectos históricos, políticos, e incluso de intriga que atrapan al lector para seguir leyendo, conjugando así un relato periodístico digno de leer. "Cuando yo era un niño, mi familia y la de mis abuelos vivíamos en casas adosadas, en la Estación de San Roque, en Cádiz, y en ambas casas se sabía que mi abuelo materno, que estaba empleado en los antiguos Ferrocarriles Andaluces, fue despedido tras la guerra, dado que la pasó en la zona republicana, y que, posteriormente, volvió a ser empleado en la entonces recién fundada Renfe, donde permaneció hasta su jubilación".

El autor explicó así lo que le contó un amigo cercano que actualmente trabaja en la comunicación de Renfe-Adif, revelándole en 2017 que lo más probable era que su abuelo hubiera sido sometido a un proceso de depuración política en aquella época y que, de ser así, su expediente estaría en el Archivo General de Salamanca; y en efecto el expediente se conserva y pidió leerlo. "Para mi sorpresa y de toda la familia supe entonces que el abuelo Manuel había sido militante de la CNT en la República y había ocupado cargos de confianza en el sindicato, lo que la familia ignoraba por completo", señaló el autor, quien también se basó en el testimonio de su abuela. "Los recuerdos que tengo de mi abuela Dolores, que era una narradora espléndida, son extraordinarios y me permitieron atar cabos sobre el sufrimiento de la familia en los años de la guerra civil y hasta 1942, que fue cuando el abuelo pudo reincorporarse a Renfe y volver a tener ingresos regulares", subrayó al hacer alusión a los informes de la Guardia Civil sobre su abuelo, que lo eximían de cualquier delito.

El autor, Rofolfo Castro, nacido en La Estación de San Roque, a pocos kilómetros de Algeciras, ambienta buena parte de la novela en El Campo de Gibraltar, la más próxima del país a Marruecos y que conoce perfectamente, aunque Puente Genil, Ronda, Málaga, Sevilla o Madrid también son escenarios de su narración. De raíces gaditanas y residente en Valencia, es licenciado y doctor en Periodismo por la Universidad Complutense. Su trayectoria periodística abarca su puesto como delegado en la Región de Murcia, en Andalucía y subirector de EFE en Madrid.