Alice Kellen (Valencia, 1989) es una de las escritoras que más libros vende en el mercado hispano. Su género es el de la literatura romántica, pero ella prefiera hablar de novelas de amor y aclara: amor en igualdad. Se define como feminista y refleja en sus relatos un mundo diverso con "mujeres muy empoderadas que no basan su felicidad en la historia de amor". Empezó hace diez años autopublicándose en Amazon y cuenta ya con más de 1 millón de lectores. La hemos entrevistado con motivo de la publicación de 'El mapa de los anhelos' (Planeta), una novela que recoge una historia de amor que aborda temas tan universales como la pérdida, el duelo, la soledad y la resiliencia.
"Me puse un seudónimo porque me daba mucho apuro que me leyese la gente que me conocía"
¿Es Alice Kellen tu verdadero nombre?
Es un seudónimo. Siempre me preguntan esto porque da mucha curiosidad. Yo me lo puse a raíz de que empecé a autopublicar en Amazon hace como diez años, cuando Amazon era una cosa muy desconocida. Metí la novela un verano que terminé de escribirla por placer, no sabía muy bien si iba a ser un desastre o no, y dije bueno, voy a ponerme un nombre. Además, me puse un seudónimo porque me daba mucho apuro que me leyese la gente que me conocía.
¿Por qué fue ese nombre en concreto, Alice Kellen?
Pues Alice fue por 'Alice in Wonderland', ya que me gusta mucho Alicia en el País de las Maravillas y Kellen por una autora que yo leía cuando era jovencita, leía muchos libros de Marian Keyes, que hacía unas colecciones en el quiosco ideales. Se pronuncia 'quis', pero se escribe Keyes y era muy parecido. Quise hacer una mezcla.
Y ya te has quedado para siempre con él.
Sí, una editorial me compró la novela dos meses después de subirla a Amazon y ya se quedó.
'El mapa de los anhelos' es la historia de Grace Peterson, una chica que fue concebida para salvar a su hermana
¿Qué podemos encontrar en 'El mapa de los anhelos'?
Pues 'El mapa de los anhelos' es la historia de Grace Peterson, una chica que fue concebida para salvar a su hermana, a la que le diagnosticaron cáncer cuando era pequeñita y usaron las células del cordón umbilical para salvarla. Ahora tiene veintitantos años y su hermana acaba de morir. Es el arranque de la historia y entonces ella, que siempre ha estado muy perdida, muy estancada, nunca ha sabido muy bien qué hacer con su vida, tenía al menos eso de 'nací para salvar a mi hermana', es decir, sentía que su vida tuvo un propósito. Pero ahora que la hermana ha muerto, se pregunta quién es ella y por qué está aquí, qué hace ahora con su vida.
"El eje principal es siempre una historia de amor, pero me gusta que tenga más condimentos, que trate de muchos temas"
¿Tus novelas son del género romántico? ¿Es un género romántico puro o encontramos algo más?
Hay gente que distingue entre novela romántica y novela de amor, en el sentido de que la novela romántica te obliga, entre comillas, a que tenga un final feliz. Me gusta decir novela de amor, porque no todas acaban con un final muy, muy, muy feliz. El eje principal es siempre una historia de amor, pero me gusta que tenga más condimentos, que trate de muchos temas. La mayoría de las historias de amor no se centran solo en los protagonistas. Son historias en las que puedes irte a cualquier época, puedes meter cualquier conflicto, ya sea externo o interno, son muy versátiles, te dan mucha libertad.
"Falta gestión emocional para que no nos suponga un problema hablar de amor o de novelas sentimentales o de cualquier tipo de de emociones, que hay muchas y muy diversas"
¿Dedicarte a la literatura romántica, a ti como escritora, piensas que puede suponer un estigma?
Escribir novelas de amor no supone un estigma y si lo tiene alguien, el problema será de esa persona. ¿Un estigma hablar de amor cuando es algo que todos hemos sentido alguna vez? Y no solo amor de pareja, sino también por la familia o por los amigos. Creo que que a nivel educativo falta mucho, porque hay veces que las emociones se ven como una debilidad, como algo menor o como un estigma. A lo mejor lo que falta es gestión emocional para que no nos suponga un problema hablar de amor o de novelas sentimentales o de cualquier tipo de de emociones, que hay muchas y muy diversas.
Me refería en el sentido de que las novelas románticas son consideradas por muchos como un género menor e incluso no se consideran literatura.
Claro, por eso decía que el problema lo tienen esas personas, que a lo mejor no han leído o no se detienen a adentrarse en una. Hace poco también pasaba eso con la novela negra y hay de todo. Hay novelas buenas y malas, como en cualquier género. Te vas a la ficción general y hay despropósitos y hay joyas. Entonces creo que todo está en darle una oportunidad.
Asistimos ahora todo un boom de la novela negra. ¿Has introducido tú algún elemento de novela negra en tus libros?
No, la verdad es que no. Sí que es verdad que he leído bastante novela negra, de hecho, muchas tienen como una historia de amor también dentro, a veces de la misma investigación. Esto también es algo que se da en muchos libros, pero de momento no me llama mucho la atención.
"Una historia de amor tóxica, donde haya una desigualdad o que él la trate a ella de una forma distinta por ser mujer, sí que es un problema"
Sabes que el amor romántico, la concepción de amor romántico es uno de los mitos que se critica mucho desde el feminismo, porque a lo largo de la historia se ha utilizado para controlar a las mujeres. ¿Qué opinión tienes de esto?
El amor es el amor, claro, luego está como lo muestres. Obviamente, una historia de amor tóxica, donde haya una desigualdad o que él la trate a ella de una forma distinta por ser mujer, sí que es un problema. Si es una historia de amor normal en la que la protagonista tiene sus conflictos, sus problemas y sus sentimientos, y él también tiene sus conflictos, sus problemas, sus sentimientos y se encuentran en un punto determinado, no creo que sea un problema.
En tus novelas, por ejemplo, ¿te preocupas por hacer didáctica de una relación amorosa en igualdad?
Sí, es que no me saldría otra forma de manera natural. No me gusta que la novela tenga que tener, porque sí una enseñanza, esa responsabilidad que creo que no es mía, que es una cuestión educativa, pero bueno, al final, como piensa una es lo que reflejas en las novelas. El género romántico ha avanzado muchísimo en esto y hay novelas que sí podían chocar con este concepto que hablábamos antes, pero son novelas más antiguas y el contexto importa. No es lo mismo un libro de hace 15 años que un libro de ahora. El género romántico, además, es un género en el que se potencia mucho la diversidad, en los últimos años las protagonistas suelen ser mujeres muy empoderadas que no basan su felicidad en la historia de amor. Vamos a decirlo así la historia de amor está ahí y es un complemento, pero igual que puede sentir amor o amistad, sin más.
"Intento que mis protagonistas sean personajes a pie de calle"
¿Hay también diversidad?
En este caso no, pero en las anteriores novelas sí. En mis novelas, sobre todos cuando son contemporáneas o de los últimos años, intento reflejar la realidad social. Al final los problemas son como muy cotidianos, en todos los sentidos. Intento que mis protagonistas sean personajes a pie de calle, que no sean lejanísimos y entonces tienen los típicos problemas: laborales, hablas de la maternidad o de la no maternidad, conflictos familiares, temas cotidianos, la verdad.
¿Da vértigo saber que hay 1 millón de personas que te siguen y que te leen?
Sí, pero mucho. La verdad es que sí. No suelo ser muy consciente, me pasa cuando hay un lanzamiento que tomo más consciencia, pero en el día a día no lo tengo muy presente.
¿Qué tipo de relación tienes con tus lectores o lectoras?
Es cercana porque existen las redes sociales. Hoy en día no se te pone un mensaje a cualquier persona desde cualquier punto del mundo y contestas a la hora siguiente y eso es algo que antiguamente no estaba. Tiene esa parte positiva, como de cercanía, como de feedback directo. Al mismo tiempo, las redes sociales son una responsabilidad y tienen su lado negativo, que creo que es esta conexión permanente. Ha cambiado mucho la relación entre el lector y el autor
¿Tienes relación personal en firmas de libros o similar?
Sí, ahí sí que sientes mucho vértigo, como tú has dicho, porque es verdad que sales de tu casa y de pronto vas a una firma y viene un montón de gente emocionada. Ese día estás en una nube, como si no fueses tú mismo a quien le está pasando eso.
"Mi autor preferido de siempre ha sido Carlos Ruiz Zafón"
¿Quiénes son tus referentes literarios?
Mi autor preferido de siempre ha sido Carlos Ruiz Zafón y actualmente me gustan mucho las autoras. Me gustan mucho autoras como Maggie O'Farell, Jojo Moyes, Taylor Jenkings Reid o Kristine Hanna. Son autoras muy interesantes, que han llegado en la última década o dos décadas y que tienen mucho que decir.
¿Con qué soñabas cuando eras pequeña? ¿Soñabas con convertirte en una escritora de éxito de este tipo de literatura?
Sí que soñaba con escribir, no me imaginaba viviendo de escribir, la verdad. Lo he hecho siempre, pero no me imaginaba esto. Yo quería estudiar Historia del Arte, todavía, es algo que me gustaría estudiar en algún momento y era un poco la idea que llevaba. Pero bueno, al final en todos los mapas hay senderos abiertos.
¿Estás ya con una nueva novela y un nuevo personaje, porque siempre cambias de personaje, no?
Sí, normalmente son libros autoconclusivos, aunque tengo una trilogía o alguna serie más antigua. No sé qué será la próxima, porque hasta que no me meto ya de lleno no puedo asegurar, pero sí que es verdad que empiezo un año antes. Ya estoy escribiendo porque necesito ese tiempo de no ir con plazos ajustados y no estar pendiente de una fecha, porque eso me agobia muchísimo, la verdad.
