En el rock español hay colaboraciones puntuales y hay encuentros que abren una tercera vía. Extrechinato y Tú pertenece a la segunda categoría ya que no fue un tema suelto ni un cruce promocional, sino un disco entero construido desde la poesía y la amistad, con nombres que ya llenaban pabellones por separado. El resultado, Poesía básica, no funcionó como un apéndice de Extremoduro o Platero y Tú, sino como un artefacto propio: canciones diseñadas para que la voz, el recitado y los arreglos sostuvieran el peso literario de Manolo Chinato. Y a su lado, Roberto Iniesta, Iñaki “Uoho” Antón y Fito Cabrales.
Y esa es la clave de su rareza: un proyecto grande —por firmas, por presupuesto sonoro, por ambición— que eligió la discreción como forma de existir (un solo álbum, sin gira como grupo) y que, aun así, terminó consolidándose como referencia de culto.
La amistad entre Robe Iniesta y Manolo Chinato
Finales de los 90. El rock estatal vive un momento de músculo. Por un lado, Extremoduro ya es un fenómeno que ha desbordado el circuito “rockero” y se ha instalado en el imaginario popular. Por otro, Platero y Tú viene de una década de carretera y canciones directas, con una firma vocal —Fito Cabrales— que está a punto de mutar hacia otra cosa que todos conocemos ahora. En ese cruce aparece un tercer elemento que no viene de la industria, sino del territorio. La relación entre Robe Iniesta y Manolo Chinato, que se sitúa habitualmente a finales de los 80, en Extremadura, alrededor de recitales, conciertos pequeños y poemas dichos en voz alta antes de convertirse en canción. Ese vínculo, que las fuentes suelen ubicar en 1989 en Zarza de Granadilla (Cáceres), marca una dinámica que será constante. La idea de hacer un disco completo a partir de poemas de Chinato se ha contado muchas veces como una conversación que cristaliza en plena gira compartida de Extremoduro y Platero y Tú en 1996, pero que tarda en concretarse por los calendarios de ambos grupos.
La puesta en marcha llega cuando el plan deja de ser “una idea bonita” y entra en estudio. La grabación de Poesía básica se sitúa desde junio de 1999 hasta marzo de 2001, con Lorentzo Records como uno de los ejes del proceso, y con Iñaki “Uoho” Antón en el rol de productor. El disco se publica el 27 de abril de 2001 bajo el paraguas de DRO.
Las decisiones musicales que lo hicieron único
Poesía básica se construye sobre un principio claro: la voz recitada (Chinato) no va “encima” de la canción, sino dentro de ella. La mezcla de guitarras eléctricas y acústicas, teclados y arreglos más amplios —incluyendo pasajes con instrumentación de cuerda y vientos— se ordena para dejar aire al texto y para que el recitado tenga gravedad, no solo presencia. Esa idea aparece de manera consistente en todo el álbum: melodías trabajadas, cambios de dinámica, momentos de hard rock, cortes acústicos y episodios de épica orquestal.
Otro rasgo decisivo es el tándem vocal: Robe y Fito no compiten; funcionan por contraste. Robe aporta quiebre, filo y una manera de tensar la frase. Fito suma redondez melódica y un fraseo que “ordena” la emoción. En los mejores momentos, esa dualidad parece pensada como un diálogo: una voz empuja, la otra encuadra.
Además, el repertorio no se limita a “poemas musicados”. De esta manera, el álbum incorpora también temas ligados a Fito (y a su forma de componer) que conviven con versos de Chinato o, en un caso, se sostienen prácticamente sin su intervención.
El proyecto dejó huella visual de forma puntual, no como campaña permanente. Se llegó a realizar un videoclip para A la sombra de mi sombra, y el material circuló en formato doméstico de la época (VHS), un detalle que hoy ayuda a entender su “mitología” pre-redes: muchos lo conocieron por copias, préstamos y recomendaciones, no por algoritmos.
Recepción e impacto
En términos de industria, Poesía básica no fue un experimento minoritario: diversas referencias lo sitúan como disco de oro en España (en el umbral de las 50.000 copias). En listas y catálogo digital, el disco aparece fijado como lanzamiento de 2001 con su tracklist de diez cortes, lo que ha mantenido su disponibilidad y, con ello, su circulación generacional.
Pero el impacto cultural tiene otro tipo de métrica: la cantidad de veces que el álbum reaparece como “disco puente” entre públicos distintos (el de Extremoduro, el de Platero/Fito, y el de quienes llegan desde la poesía o desde el rock de autor). Ese tránsito explica que, con los años, ciertas canciones hayan terminado actuando como clásicos que la gente no siempre sabe ubicar en el lugar correcto.
Por otra parte, el legado ha tenido ramificaciones: miembros del entorno de Extremoduro han recuperado temas en directo en años posteriores, y Chinato ha aparecido en escenarios para recitar y cantar poemas ligados a ese universo, reforzando la condición de “obra abierta” más allá del disco.
Rojitas: el himno que se independizó del disco
Dentro de Poesía básica, Rojitas funciona como una pieza que terminó escapándose del marco original para convertirse en “canción de todo el mundo”: la gente la tararea, la pide, la asocia a Fito… y, a veces, olvida que su versión más reconocible como “punto de encuentro” entre Robe, Fito y Chinato está en este proyecto.
El tema abre con un tono íntimo que invita a la confesión antes de que la banda “entre” del todo. En lo vocal, Robe lleva el peso emocional y Fito aporta un coro que, más que suavizar, cambia el ángulo: donde una voz se rompe, la otra sostiene. En el estribillo, la repetición del título opera casi como muletilla hipnótica —una forma de insistir sin elevar el volumen— mientras la instrumentación se va abriendo.
Si hay un motivo por el que Rojitas las orejas ha trascendido tanto es su estructura: parece una balada, pero se comporta como un viaje. Empieza cerca, crece en capas, y remata con el elemento que define a Extrechinato y Tú: el recitado como clímax y no como introducción. Esa mezcla de canción popular y poema dicho a oscuras explica su condición de himno para mucha gente que ni siquiera conoce el nombre del proyecto.
Extrechinato y Tú fue una alianza puntual entre Robe Iniesta, Fito Cabrales e Iñaki “Uoho” Antón para musicar —y homenajear— la obra de Manolo Chinato. Se concretó en un único álbum, Poesía básica, grabado entre 1999 y 2001 y publicado el 27 de abril de 2001 por DRO, con Uoho a la producción. Sin gira propia y sin continuidad como grupo, el disco encontró su recorrido en otra parte: en el boca a boca, en canciones que se independizaron del contexto —especialmente Rojitas las orejas— y en una manera de unir poesía y rock que, más de dos décadas después, sigue sonando a cosa rara… en el mejor sentido.
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