L’Exotighost presenta Hawái está en tu mente, su tercer álbum y la obra con la que la banda madrileña consolida su expansión de la Exótica del siglo XXI hacia un territorio más cinemático, brillante y aventurero. En conversación con ElPlural.com, el cuarteto formado por  Ricardo Moreno, Javier Díez Ena, Juan Pérez Marina y MaríaArranz Fernández, explica cómo este trabajo funciona como una declaración de principios —“un estado mental, un paraíso interior”— y cómo su sonido, construido con theremines, marimbas, lap steel y paisajes sonoros que evocan viajes imaginarios, se ha nutrido de su recorrido internacional por festivales como Tiki Oasis, The Hukilau, Mexótika o el Eurojazz de Ciudad de México, donde han comprobado que un género de nicho puede conectar de manera masiva con públicos muy distintos. Este viernes 5 de diciembre estarán a la Sala Sol junto a Yo Diablo y Vacaciones Permanentes.

Pregunta: Hawái está en tu mente. ¿Desde dónde nace esta idea y qué queréis que simbolice hoy, en pleno 2025?

Juan: Hawái está en tu mente no representa tanto una idea sino más bien una declaración de principios. Refleja esa conexión mental con el paraíso, un estado de ánimo evocado por la cultura tiki y la Exótica, donde el pensamiento de Hawái se convierte en una especie de escape espiritual y sensorial. Como grupo, el objetivo es expandir los límites de la Exótica del siglo XXI hacia nuevos horizontes.

P: ¿Por qué la cultura Tiki y la Exótica?

R: Javier: Yo descubrí la exótica a finales de los 90 dentro de esa fiebre que hubo en aquella época por el lounge y por redescubrir las cosas más raras y sofisticadas de los 50 y 60. Poco a poco fui metiéndome cada vez más, pero al principio era solo música. Pero en el 2005 o así mi novia (ahora mi mujer) apareció en casa con The Book of Tiki, el libro de Sven Kirsten que es algo así como la biblia del tiki moderno, eso más un viaje juntos a Hawái creó romance con lo tiki y la exótica que no ha hecho más que ganar fuerza.

P: ¿Cómo llega a este lugar una banda madrileña?

Juan: En realidad, aunque ninguno somos de Madrid (procedemos de puntos tan dispares como Zaragoza, Figueras, Santander o Aranda de Duero), nuestras vidas han hecho que nos hayamos acabado refugiando en esta jungla de asfalto llamada Madrid. La banda la componemos Javier Díez Ena, Ricardo Moreno, Juan Pérez Marina y María Arranz Fernández. El artífice de esta unión fue Javier. Aunque todos tenemos bagajes distintos, el denominador común es la inquietud por nunca tomar atajos ni decantarnos por el camino fácil. Y este ha sido nuestro motor para recuperar el espíritu aventurero de la Exótica original (Martin Denny, Arthur Lyman etc.) pero sin revisionismos, sino con el objetivo de dar una vuelta de tuerca a este género añadiendo siempre la visión y las herramientas del presente además de elementos de otros géneros.

P: ¿Cómo se explica la unión de términos Exótico y Fantasma?

Juan: En un principio buscábamos explorar una estética exótica y perturbadora, oscura y cargada de theremines. Con el tiempo hemos evolucionado hacia un sonido más brillante, enérgico y bailable, aunque el misterio continúa presente, como una sombra

Javier: De hecho al principio valoramos definir nuestro estilo como Creepxotica pero ya había una banda como ese nombre, como dice Juan el misterio sigue, pero hemos evolucionado hacia lago más brillante e incluso bailable.

P: Vuestra relación con el cine es importante. ¿Qué papel juega lo cinematográfico en vuestra composición?

Juan: La música de L'Exotighost tiene un componente muy cinemático. De hecho, y tratándose de música instrumental, queremos trasladar al oyente (y a nosotros mismos) hacia nuevos horizontes. Nos interesa mucho dibujar paisajes sonoros y representar lugares y emociones con nuestra música ya sea para degustar un Mai Tai en una preciosa playa de Hawái, para surfear el rio Vistula o para disfrutar de una intensa traca de fuegos artificiales provenientes del más lejano oriente.
Al hilo de esto, recientemente hemos hecho nuestra primera incursión en el cine, aportando canciones originales y musicando con efectos sonoros, lo que será el próximo cortometraje de animación del talentoso cineasta francés Christophe López-Huici.

P: Habéis tocado en Tiki Oasis, The Hukilau, Mexótika y habéis girado por Marruecos y México. ¿Qué habéis aprendido de cómo se vive la Exótica en cada país?

Juan: La Exótica se vive de forma muy distinta en cada país. EE. UU es la referencia a nivel mundial y festivales como el Hukilao o Tiki Oasis (este último con una afluencia de hasta 5.000 personas) dan buena cuenta de ello. En el caso de México, la escena está teniendo un incipiente crecimiento entre otros factores por la proliferación de festivales como Mexotika en Baja California, pero también por la cercanía a EE.UU. Es común que los entusiastas de este género se desplacen miles de kilómetros para disfrutar de este festival. En cuanto a zonas como Marruecos, o mismamente Europa, se trata de un género aún por descubrir y por eso está en grupos como el nuestro, el "exotizar" cada lugar que visitamos.

P: El concierto del Eurojazz de Ciudad de México reunió a 3.000 personas. ¿Qué os pasó por la cabeza al ver que un género tan de nicho podía generar esa respuesta masiva?

Juan: El público mexicano tiene una forma muy pasional de vivir la música. Un mexicano es capaz de poner el nombre de una canción a su hijo, pero también de explotarte una caguama de cerveza si el concierto no es de su agrado. Todos los miembros de L'Exotighost lo hemos podido comprobar en nuestros viajes con otros proyectos paralelos. Lo verdaderamente abrumador, fue la acogida, no tanto con el género de la Exótica, sino con un grupo instrumental y la conexión que había entre el grupo y público. Los mexicanos saben todas las letras de sus grupos favoritos y en los conciertos las cantan a pleno pulmón, pero ninguno sabíamos cómo iban a reaccionar al escucharnos.

P: Dentro del disco hay homenajes a Otto Von Stroheim y Michael Giacchino. ¿Cómo os han influido personalmente?

Juan: El primero de ellos, es una figura clave en la cultura Tiki moderna. Gracias a él, pudimos "cruzar el charco" por primera vez. Otto fue editor y creador de Tiki News, una revista fundamental en los años 90 y 2000 que ayudó a reactivar la cultura tiki en EE. UU. por esa época fundó el Festival Tiki Oasis, en el cual hemos podido participar en dos ocasiones. En la primera de ellas, conocimos a Michael Giacchino, que vio nuestro show y quedó fascinado. Tanto que, sin conocernos de nada, nos abrió las puertas de su casa en lo que acabaría siendo una de nuestras mejores experiencias en tierras americanas. Para quien no lo conozca Michael a través de sus bandas sonoras para Marvel o Pixar, se ha convertido en uno de los principales compositores de la industria del cine. Pero lo que tal vez la gente no sepa, es que es un enamorado de la cultura Tiki y la Exótica. Tanto que ha regrabado sus mejores composiciones utilizando las técnicas de grabación de los años '50 y pasando estas piezas por el tamiz de la exótica, el resultado es maravilloso.

Javier: Eso son dos grandes momentos de la historia del grupo, conocer a Michael y además volver a verle en nuestro segundo viaje a California, incluso quedar con él para tomar unos mai tais en el Tiki Ti, el bar tiki más mítico de Los Ángeles... son cosas muy especiales. Otto Von Stroheim es junto a Sven Kirsten el gran responsable de que exista hoy en día la cultura tiki, son dos Indiana Jones que a lo largo de los 90 redescubrieron toda esta cultura que estaba perdida desde los 60 y además la redefinieron y modernizaron para los tiempos actuales. Otto simplemente escuchó muestra música y le encantó, y nos ha llevado dos veces al Tiki Oasis en buenas condiciones. Tocar música durante años tiene sus momentos duros y cansados pero también te regala vivencias únicas como estas dos historias tan maravillosas.

P: ¿Qué queríais que sintiera alguien al escuchar este disco entero tumbado en un sofá, pasando por todas las "islas" que proponéis?

Javier: 
Queremos que viaje a través de su oído. Puede parecer un cliché, pero es que en nuestro caso y en este estilo musical se cumple. Como en esos discos de la era space age pop en los que en la contraportada te decían "hágase un buen cocktail, pinche este disco, siéntese en el sillón más cómodo que tenga y simplemente déjese llevar y disfrute." Conseguir esto no es fácil, hemos trabajado mucho los temas para que aúnen misterio, originalidad, y a la vez suene todo equilibrado, sofisticado y no decaiga el interés en ningún momento. Una particularidad que creo que ayuda a que todo fluya es que no hay solos en este disco. Son composiciones bien armadas que no necesitan ningún solo. Conste que soy un gran amante del jazz , pero me fascinan propuestas que no los necesiten como es el caso de música Exótica en general.

P: ¿Creéis que la Exótica es hoy una forma de escapismo cultural o una vía para repensar la realidad desde otro lugar?

Juan: Más bien lo segundo. Crear música instrumental, experimentar con timbres e instrumentos muy distintos (theremín, marimba, vibráfono, lap Steel, Shamisen...) y elegir caminos compositivos que proceden de lugares lejanos y poco explorados es una forma de alimentar una mirada crítica y de plantarle cara a esa obsesión por repetir fórmulas y a ese discurso pesimista que insiste en que todo está hecho y no queda espacio para avanzar.

P: ¿Cómo imagináis vuestro sonido dentro de diez años?

Javier: Me gustaría imaginarnos en buna forma tras todo este tiempo de rodaje y tocando en todo tipo de ambientes, sería grande seguir tocando en los festivales tiki, el público tiki es una maravilla, algo único, pero también estaría bien moverse en otros ambientes. En lo musical por supuesto seguiremos investigando y probando nuevas formas de exótica.

P: ¿Qué dificultades y qué libertades tiene una banda como la vuestra dentro del ecosistema musical español?

Javier: Al principio una de las dificultades era logística al llevar muchos instrumentos diferentes, dos ukeleles bajos, shamisen, theremines, procesos electrónicos de los instrumentos, ahora hemos encontrado una fórmula mucho más directa y fácil de montar en cuarteto de contrabajo, marimba, guitarra y batería. Superada esa dificultad la que nos encontramos es el desconocimiento del estilo que practicamos, el caso es que luego la gente conecta increíblemente bien en directo, Públicos de todo tipo, hemos tocado por ejemplo en el Espina Fest en sesión vermut para un buen montón de rockeros garageros de resaca y les encantó. o recientemente para unos mil fans de La LOM a los que teloneamos por sorpresa y les chifló. Hemos tocado para todo tipo de público random y ha funcionado. El problema es más algunos programadores que tienen alguna duda con la música instrumental sin saber lo disfrutable que es nuestra propuesta en directo.