La actriz estadounidense Diane Keaton falleció el pasado sábado 11 de octubre a los 79 años. Su familia ha confirmado que la causa fue una neumonía, según un comunicado remitido a la revista People.
"La familia Keaton está muy agradecida por los extraordinarios mensajes de amor y apoyo que han recibido estos últimos días en nombre de su querida Diane, quien falleció de neumonía el 11 de octubre", señalaron sus familiares, que hasta ahora no habían detallado los motivos del fallecimiento.
En el mismo mensaje, la familia pidió que quienes deseen rendirle homenaje lo hagan con una donación a un banco de alimentos o a un refugio de animales. "Amaba a sus animales y apoyaba incondicionalmente a las personas sin hogar, por lo que cualquier donación en su memoria a un banco de alimentos local o a un refugio de animales sería un homenaje maravilloso y muy apreciado para ella", añadieron.
Un final inesperado para Diane Keaton
El día de su muerte, una fuente cercana explicó a People que la actriz "empeoró muy repentinamente, lo que fue desgarrador para todos los que la querían" y que su fallecimiento fue "inesperado". "En sus últimos meses, solo estuvo rodeada de sus familiares más cercanos, que decidieron mantener todo en la más estricta privacidad. Ni siquiera sus amigos de toda la vida sabían realmente lo que estaba pasando", afirmó esa misma fuente.

Una carrera marcada por el cine clásico
Nacida en 1946, Diane Keaton alcanzó la fama internacional al interpretar a Kay Adams, la esposa de Michael Corleone en El Padrino. Su colaboración con Woody Allen consolidó su carrera, especialmente con Annie Hall, que le valió el Oscar a la mejor actriz en 1978. Entre sus películas más recordadas figuran El club de las primeras esposas, Book Club y El padre de la novia.
Keaton amplió su carrera más allá de la interpretación: fue directora, productora, fotógrafa y autora de varios libros. También mostró un interés constante por la arquitectura, restaurando viviendas históricas en California. A los 50 años adoptó a dos hijos, Dexter y Duke, a quienes consideraba su mayor logro personal. “Ser madre me cambió por completo; me hizo más humilde”, confesó en una entrevista. Siempre defendió su independencia y la libertad de elegir su propio camino. “Nunca sentí la urgencia de casarme”, afirmaba ya en su madurez, reflejando el espíritu autónomo que la acompañó toda su vida.
Homenajes desde el mundo del cine
Desde que se conoció la noticia de su muerte, numerosas figuras del cine han querido rendir tributo a la actriz. Woody Allen publicó una carta en The Free Press en la que recordaba su personalidad y su energía: “A diferencia de cualquier otra persona que haya existido en el planeta o que probablemente vuelva a existir, su rostro y su risa iluminaban cualquier espacio en el que entraba”. Con su muerte, el cine despide a una de las intérpretes más reconocibles de su generación, cuya presencia marcó algunas de las películas más influyentes del siglo XX-
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