Andrés Parra, conocido mundialmente por encarnar a Pablo Escobar en El Patrón del Mal, llega a España con un espectáculo personalísimo: Venga que si es pa’ eso. En esta entrevista repasa su obsesión de infancia por lo español, su admiración por la comedia como refugio y el peso emocional de interpretar a figuras como Hugo Chávez o el narcotraficante colombiano. “He querido burlarme de mí mismo, exponerme sin filtro, y el resultado ha sido muy chévere”, afirma. En una conversación con ElPlural.com, Andrés Parra trata de explicar quién es realmente Andrés Parra.

P: Qué locura todo lo que generó tu interpretación de Pablo Escobar en El Patrón del Mal.

R: Fue un fenómeno muy raro. Me siento muy afortunado porque es algo que si te pasa una vez en la vida, ya es mucho. Fue un éxito mundial. Creo que fue la primera serie que Netflix emitió a nivel global y sin restricciones. Nadie esperaba un éxito así.

P: ¿Fue díficil enfrentarte a esto?

R: Lo más complicado fue desmarcarme de ese papel porque todo el mundo quería que siguiera interpretando a Pablo Escobar. Fue difícil tener que para y decir que no a mucha gente todos los días. 

P: ¿Te siguientes, de alguna manera, víctima de Pablo Escobar?

R: No, para nada. Fue lo mejor que me pudo haber pasado, en todo sentido. Me abrió puertas que de otra manera jamás se habrían abierto y me enseñó muchas cosas sobre Colombia que no tenía muy claras. Ha sido un gran maestro, la verdad. 

P: También has interpretado a otro gran personaje latinoamericano: Hugo Chávez. ¿Ves similitudes entre ambos?

R: Los dos era igual de políticos, pero con Chávez me divertí mucho más. Es cierto que es una historia que no me toca tan de cerca, pero Chávez era un personaje muy chistoso. Lo disfruté un montón. Además, Pablo Éscobar y Hugo Chávez son dos personajes muy bonitos porque los dos representan el sabor del éxito y del fracaso rotundo. 

P: Pablo Escobar decía que era un hombre de izquierdas.

R: Lo era de forma estratégica. Clarita, además. Si tienes a medio país en tu contra, debes ganarte al otro medio regalando cosas. Y ese fue el país que le defendió a muerte hasta el último día.

P: Un poco como Chávez.

R: Creo que Chávez tuvo una gran oportunidad en las manos. He llegado a la conclusión de que olvidó que solo era un ser humano y el poder se lo llevó. Ahí llegó la hecatombe. No logró centrarse y la corriente se lo llevó bien lejos. 

P: Me imagino el reto que te supuso interpretarlo.

R: Fue muy duro. Estuve año y medio preparándolo porque no tenía nada que ver conmigo. Sin embargo, lo disfruté muchísimo. A pesar de lo mal que le fue a la serie, fui muy feliz haciéndola. 

P: Siempre quisé verla pero nunca supe dónde.

R: Yo tampoco tengo ni idea dónde estará. Si la encuentras, me avisas. (Ríe).

P: ¿Qué papel ha jugado la comedia en tu vida?

R: Como fui un niño gordo, me tocó ser chistoso. Ser alegres y divertidos es nuestra arma de conquista. La comedia es un género en el que me muevo de forma natural. Tengo un humor muy marcado desde chiquito. Negro, sarcástico, irónico y políticamente incorrecto. Y al empezar este show me agarré a esa experiencia de la adolescencia. 

P: En junio llegas a España 'Venga, que si es pa´eso'. ¿Qué representa nuestro país en tu vida?

R: España es una cosa muy rara porque siempre me ha pasado una cosa muy extraña. Durante toda mi vida, he sido muy aficionado a todo lo español. No me perdía los Sanfermines cuando los echaban en televisión, me encantaba la comida y el flamenco. De hecho, llegaba del colegio y lo primero que quería hacer era ver los noticieros de España. Me gustaba mucho el acento español. Cuando voy para allá, me siento en casa. Tengo una cosa muy rara con España.

P: Para un colombiano y cualquier latinoamericano, España siempre será su casa.

R: De verdad que es algo muy raro. Nunca había pisado el país, pero todo lo español me gustaba. Desde bien chiquito, además. La primera vez que fui a Madrid, sentí que estaba en casa. Tengo muchos amigos toreros, también.

P: ¿Ah, sí?

R: Tengo una relación muy cercana con Morante de la Pueblo y El Juli, por ejemplo. Siempre he sido muy taurino.

P: No me digas que de niño soñabas con ser torero.

R: Quise ser torero y traté de serlo, además. De hecho, llegué a torear en Colombia. El mundo del toro abrió esa relación con España. Comencé a conocer su pintura, su música y otras tantas cosas.

P: ¿Hay algún personaje histórico español al que te gustaría interpretar?

R: Hice un casting y me quedé a las puertas de ser Francisco Franco. 

P: Pablo Escobar, Hugo Chávez y Francisco Franco.

R: Era la trinidad perfecta, pero se nos cayó. Fue un castig muy bonito, creo que en mi Instagram hay un vídeo interpretando un discurso.

P: ¿Qué se va a encontrar el público español en Venga que si es pa’ eso?

R: Los actores tenemos el gran problema de contar nuestra verdad porque siempre estamos interpretando personajes. Si el actor quiere expresar algo, lo tiene que escribir. A través de mis personajes, puedo hacer denuncias y mostrar ciertas cosas; sin embargo, no puedo expresar lo que realmente necesito decir. El resultado de esa sensación es Venga que si es pa’ eso, donde comparto con el público mi historia a través de insatisfacción, sufrimiento, dolor, depresión, ansiedad, complejos, heridas, vergüenzas y miedos. Todo lo que viví entre, aparentemente tenerlo todo en la vida, a sentirme perdido, miserable, triste, angustiado y vacío. Había que mostrar la miseria. Me lancé a enseñar lo que la gente no sabe. Y con el tiempo, me he dado cuenta de que la gente conecta muy fuerte con eso porque todos vivimos la tragedia del ser humano. ¿Quién no ha pasado por momentos duros y angustiosos? He querido burlarme de mí mismo, exponerme sin filtro, y el resultado ha sido muy chévere. 

P: ¿No eres demasiado duro contigo mismo?

R: Creo que es todo lo contrario. Cuando uno lo logra ver, lo trabaja y lo acepta, deja de ser tan duro. Dejas de luchar y juzgarte. En este momento puedo abrirme, sacarlo de dentro y que no me afecte ni me duela. He venido a enseñarme, mostrarme y compartirlo todo. El show es el resultado de un trabajo de sanación y aceptación. Este soy yo y no pasa nada. Puedo tener mi propio criterio y dejar de vivir la vida que los demás esperan. Llevo 45 años actuando y no me había dado cuenta de que estaba siendo un Andrés que vivía para agradar y complacer. No sabía poner límites ni decir que no.

P: En un conferencia decías que no sabías quién era Andrés Parra. ¿Ya lo sabes?

R: Andrés Parra está aquí y hay un montón de capas encima. La he ido quitando poco a poco. No sé si llegaré a quitarlas todas, pero cada vez hay menos peso y presión. Cada vez se asoma más el auténtico. El de verdad y el bonito. 

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