La multinacional española Inditex, con la marca Zara al frente, es una de las principales compañías a escala global de moda. Es conocida por poner las cosas sencillas a los clientes; sin embargo, ha adoptado una medida que puede cambiar radicalmente la política de devoluciones de la marca. 

Ha empezado a cobrar al cliente un coste adicional dentro del proceso de devolución de las compras que ha realizado online. De momento, es una medida que la compañía está aplicando en 30 países, entre los que están Alemania, Francia o Reino Unido. Por ahora, España se mantiene exenta de esta medida, pero no tendría que ser una excepción dentro de un tiempo. 

Esta medida afecta solamente a las devoluciones que se hayan realizado a través de un punto de recogida gestionado por terceros. Las devoluciones de productos que se hayan comprado a través de las tiendas oficiales de la cadena, quedan libres de esta medida y seguirá siendo gratuita. 

Las ventas online

Durante la pandemia, las compras online se dispararon y se convirtieron en una parte fundamental del negocio. El coste de envíos y devoluciones es uno de los retos a los que se enfrentan las marcas pequeñas y por lo que Zara también ha apostado ahora. 

En marzo, el todavía consejero delegado Pablo Isla, confirmó que en España y Portugal los precios subirán un 2% en las colecciones de primavera/verano. 

Durante la presentación de resultados comentó que: “Lo que estamos contemplando son precios estables con ajustes selectivos para proteger los márgenes”. 

En 2021, Isla ya explicó que Inditex espera que las compras y ventas online superen el 30% de la venta total del año 2024. Continúa con la digitalización de la marca, que permite conectar la web con la tienda física, como ocurre con la nueva tienda que ha abierto en Plaza de España.