El Rayo Verde es uno de los chiringuitos más icónicos de Cantabria. Como motivo del día de la región, desde ElPlural.com te contamos un poco su historia y las actividades que puedes hacer en su entorno.

¿Qué es El Rayo Verde?

Se trata de un restaurante que se alza sobre una colina, más allá de la Ría de la Rabia y la playa de Oyambre. El lugar destaca por varios aspectos, siendo el primero las vistas tan espectaculares que ofrece. Además, muy próximos a él se encuentran la larga playa de Gerra, kilométrica y de arena blanca, y la ría de San Vicente de la Barquera y su emblemático castillo. Por si fuera poco, al fondo aparecen los Picos de Europa.

Historia de El Rayo Verde

La fundadora de este lugar, situado en uno de los mejores rincones de Cantabria, fue Paula Filella. Hace ya cuatro años que Paula convenció a sus hermanas Livia y Alba para adentrarse en esta aventura que tan buenos frutos les ha dado. La revista El Viajero de El País cuenta que el lugar debe su nombre al padre de las tres mujeres y que, desde su inauguración, es el refugio de cientos de cántabros entre el mes de julio y el último fin de semana de septiembre.

El lugar le da un toque especial a un entorno que ya lo es. La propia anfitriona reconoce que su intención no fue en ningún caso la de estropear el ambiente natural y mágico que envuelve la zona, sino todo lo contrario. Por ello, todo lo que sirve a sus clientes son cócteles y otras consumiciones que ella misma tomaría. Este es, por tanto, el claro ejemplo de que si las cosas se hacen bien, se puede embellecer aún más un lugar.

¿Qué hacer en El Rayo Verde?

El Rayo Verde es uno de los sitios más recomendados para tomar un cóctel o una cerveza a media tarde, mientras cae el sol sobre Cantabria, pero este original chiringuito, hecho de madera pintada de verde y rojo, con techo de cáñamo ofrece muchas más opciones. Si nos centramos en lo gastronómico, este sitio de ambiente relejado ofrece todo tipo de comida casera y bebidas; pero también aumenta cada verano su lista de conciertos. Sin duda, un lugar idílico en el que tenéis que parar si acudís a Cantabria en temporada estival.