Enclavado en la provincia de Huelva encontramos un pintoresco pueblo que posee una rica historia enormemente vinculada a Cristóbal Colón y sus expediciones al Nuevo Mundo, teniendo como protagonistas el puerto de Palos y la carabela "la Niña". Además, este municipio onubense también es conocido por ser el lugar de nacimiento del poeta Juan Ramón Jiménez, ganador del Premio Nobel de Literatura; así como por estar considerado en la actualidad el mayor productor de fresas y otros frutos rojos de nuestro país.

Hablamos de un pueblo habitado desde el Neolítico y que pasó por influencias fenicias y romanas, Moguer. Durante un largo periodo fue una villa romana que más tarde se convirtió en alquería musulmana, siendo conquistada por la Orden de Santiago en el siglo XIII. Así, en 1264, se definió su término y en 1333, Alfonso XI lo otorgó en señorío a Alonso Jofre Tenorio, marcando el comienzo de una importante era marinera. 

Sin embargo, la villa no alcanzó su apogeo hasta el siglo XV cuando participó en el Descubrimiento de América, aportando la carabela "la Niña" y un tercio de la tripulación para la expedición de Cristóbal Colón. En los siglos XVI y XVII, muchos moguereños se unieron a expediciones a América, enriqueciendo la ciudad y fortaleciendo sus lazos comerciales y marítimos. En 1642, Moguer fue nombrada ciudad y, tras el terremoto de 1755, se desarrolló significativamente la industria vinícola, por la cual es famosa esa zona de Andalucía.

"La Niña" y los navegantes moguereños

A finales del siglo XV Moguer emergió como un centro económico y comercial que contaba con un puerto sobre el río Tinto. La habilidad de los navegantes moguereños era conocida mundialmente, lo que llevó a Colón a buscar apoyo en Moguer para su ambiciosa expedición. Entre los destacados linajes de marinos del puerto de Moguer se encontraba la familia Niño, quienes jugaron un papel crucial en las expediciones. La famosa carabela "Niña" fue construida en los astilleros de Moguer con madera local y es un símbolo de la maestría naval de la época.

Si te has quedado con ganas de saber cómo eran las carabelas usadas por Colón en sus viajes, Moguer te ofrece la oportunidad de visitarlas en el Muelle de las Carabelas, que aunque está situado en Palos de la Frontera, guarda una estrecha relación con Moguer. Allí se encuentran tres réplicas fieles de las naves de Colón: la Niña, la Pinta y la Santa María. Estas réplicas, creadas para el 500º aniversario del viaje de Colón, te permitirán experimentar de cerca las condiciones de navegación de la época y entender mejor la vida a bordo de estos barcos, que cambiaron la historia del mundo. 

Muelle de las Carabelas de Moguer, con las tres réplicas de la Niña, la Pinta y la Santa María de Cristóbal Colón. Wikipedia

La tierra de Juan Ramón Jiménez

El amor y devoción por Moguer fueron una constante fuente de inspiración y referencia en la obra de Juan Ramón Jiménez, quien llegó a elevar a la categoría de inmortal su tierra natal: "Te llevaré Moguer a todos los países y a todos los tiempos, serás por mí, pobre pueblo mío, a despecho de los logreros, inmortal"

La memoria del poeta se conserva y honra en Moguer a través de diversos espacios como la casa-museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez donde se exponen documentos, enseres y objetos personales del poeta y de su esposa; y su casa natal, donde se puede disfrutar de una visión más amplia de su vida y familia. Por otra parte, la Fundación Juan Ramón Jiménez, formada por el Ayuntamiento de Moguer, la Diputación Provincial de Huelva y la Junta de Andalucía, se dedica a promover y difundir la obra y el legado de este eminente poeta, cuya influencia sigue resonando en las nuevas generaciones de autores de todo el mundo.

¿Qué ver en Moguer?

El recorrido por Moguer comienza por su centro histórico, reconocido como Bien de Interés Cultural, el cual irradia una belleza singular que captura la esencia de la historia española. La ciudad, conocida como la “Muy Noble y dos veces Muy Leal Ciudad de Moguer”, alberga tesoros arquitectónicos como el Monasterio de Santa Clara, un impresionante edificio de estilo mudéjar fundado en 1337 y declarado Monumento Nacional en 1931. Este convento es célebre por su conexión con la familia Pinzón, que fueron colaboradores cercanos de Cristóbal Colón. Martín Alonso Pinzón, notable residente de Moguer, fue capitán de la Pinta en el primer viaje de Colón.

Continua la visita por la Iglesia de Nuestra Señora Mayor de la Granada, el mayor templo de la provincia de Huelva. Con una torre que Juan Ramón Jiménez comparó con la Giralda, esta iglesia fue reconstruida en el siglo XVIII sobre las ruinas de una antigua estructura mudéjar, sobreviviendo al terremoto de Lisboa de 1755. Por otra parte, el Convento de San Francisco, parte de los Lugares Colombinos de Moguer, destaca por ser también la sede del Archivo Histórico Municipal y la Biblioteca Iberoamericana, y es recordado por ser el punto de partida de muchos religiosos que viajaron al Nuevo Mundo.

Como se ha mencionado con anterioridad, la casa natal de Juan Ramón Jiménez, hoy transformada en museo, es una parada obligatoria. Esta casa blanca típicamente andaluza no solo recuerda al Premio Nobel de Literatura, sino que también ofrece una perspectiva de su relación con el mar, Moguer y los negocios vinícolas de su familia. Se puede visitar también la Casa Museo Zenobia y Juan Ramón Jiménez, donde el poeta vivió desde los cinco hasta los 26 años. Un tesoro que conserva objetos personales, ediciones de "Platero y yo" y una rica biblioteca.

En las calles de Moguer, un museo de esculturas al aire libre rinde homenaje a "Platero y yo". La estatua de Platero, el burrito protagonista, es la más destacada, acompañada por otras figuras del libro y esculturas de Juan Ramón y Zenobia. Además, el Monumento a Colón en la plaza de las Monjas es un recordatorio de la relación del navegante con Moguer.

Escultura en homenaje a Platero y a Juan Ramón Jiménez en Moguer, Huelva. Shutterstock

¿Qué se puede comer y beber en Moguer?

La cocina de Moguer invita a los visitantes a degustar platos deliciosos como bacalao con tomate, choco con habas, gazpacho de cilantro, pescado fresco frito o asado de la costa, así como gambas y coquinas exquisitas para deleitar los paladares más refinados. Los Vinos del Condado son el acompañamiento ideal para estos platos. De postre, se ofrecen naranjas, melocotones, fresas y frutas del bosque como arándanos, moras o frambuesas, cuyo cultivo y comercialización son pilares de la economía local.

Entre los productos artesanales más destacados están las quesadillas de almendra de Santa Clara, los pastelillos finos de Moguer de la confitería La Victoria y bebidas únicas como el vino de naranja y el vermut de la firma Sáenz, basados en recetas tradicionales del siglo XVIII. Los establecimientos hosteleros de Moguer ofrecen una variedad de tapas con productos locales y platos más elaborados, asegurando una experiencia culinaria completa para todos los visitantes.