Las navidades siempre son una oportunidad única para hacer escapadas que tienes pendientes y otras que, a lo mejor, no estaban en tu ruta de viaje pero que merecen una visita, más en estas fechas, cuando los pueblos y ciudades se engalanan para la ocasión.

Es el caso de Ledesma (Salamanca), declarado Conjunto Histórico y que cuenta dentro de ella con una antigua ciudad romana o centro de interpretación que te cuenta toda la historia del municipio. Se trata de Bletisa, y tanto ella como la propia Ledesma se encuentran a una media hora en coche de Salamanca, ya que la una contiene a la otra. Además, Ledesma disfruta de una fiesta muy especial que tiene lugar en la víspera de Nochebuena. Empecemos por esta última.

Las Calendas de Ledesma

Se trata de las Calendas, una festividad única que tiene lugar en la localidad castellanoleonesa en la madrugada del 23 al 24 de diciembre, alrededor de las dos de la mañana. Es una tradición que se repite año tras año, justo cuando las campanas de la iglesia de Santa María la Mayor comienzan a repicar, indicando de este modo a los pastores y labradores que estaban lejos del núcleo central del pueblo que ya ha llegado la Navidad y que, por tanto, era el momento de dejar a un lado las faenas y volver a casa.

En la actualidad, la plaza del pueblo hace de lugar de encuentro en el que tanto los habitantes de Ledesma como quienes se quieran acercar de otras partes del país e incluso del mundo disfrutan de los productos típicos del lugar, como los son mantecados o las perrunillas, además de una copita de alcoholes -normalmente aguardiente o pacharán- que se utiliza para combatir el frío de la noche. Entretanto, se cantan villancicos con los instrumentos habituales de la época tales como panderetas o zambombas. Así, como es una especie de aguinaldo -una costumbre que se ha ido perdiendo con los años pero que sigue muy arraigada en algunos pueblos- los que no se quedan en la plaza, ponen música al momento por las calles.

Bletisa, su ciudad romana

En Ledesma se asienta la antigua Bletisa romana, con vestigios de aquellos años tan lejanos como su precioso Puente Mocho. Pero también contempla una maravillosa fortaleza, con unos jardines increíbles y un imponente menhir, al lado de los cuales aguarda el verraco.

De entre los templos que contiene Ledesma, cabe destacar la mencionada iglesia de Santa María la Mayor, una de las obras góticas más impresionantes de toda la provincia de Salamanca, la cual cuenta además con un museo sacro de lo más interesante en sus interior. A todo ello hay que sumarle la visita casi obligada a la iglesia de Santa Elena, la Alhóndiga, el antiguo Hospital de San José y varias mansiones señoriales.

Pero uno de los lugares más recomendados de la zona es, sin duda, su Centro de Interpretación, el Histórico de Bletisa, a través del cual podrás emprender un viaje a través de la historia de este territorio, desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna, y conocer mejor su pasado y el por qué de cada uno de sus rincones. Dispone de innumerables recursos audiovisuales e interactivos con que ayudarán al visitante a conectar mucho mejor con el municipio.

Fortaleza de Bletisa
Fortaleza/castillo de Ledesma.

 

Otros puntos de interés de Ledesma

Pero Ledesma es mucho más que la antigua Bletisa. Empezando por su casco antiguo, que ha experimentado una renovación, y terminando por el mencionando Puente Mocho, pasando por otros sitios de interés.

El casco antiguo de Ledesma es el lugar donde confluye, además de la Plaza Mayor del pueblo, la vida del municipio. Si lo quieres recorrer de la forma adecuada, respirando cada uno de los rincones de la localidad, te recomendamos empezar por la calle San Miguel.

A partir de ahí lo suyo es realizar el Paseo de Alonso Andrea, un itinerario dentro del recinto amurallado que combina jardines con zonas de descanso y ofrece vistas inigualables del municipio: el cortado, el río, la ermita de la Virgen del Carmen, sus puentes… El nombre tampoco es baladí, ya que Alonso Andrea fue un personaje que, según cuenta la leyenda, se enfrentó a los piratas ingleses que asediaban a la población de Caracas. Muchos aseguran que este fue el personaje que acabaría inspirando El Quijote.

Puente Mocho
Puente Mocho
 

Otra ruta que que es obligado emprender es la de Puente Mocho, especialmente para los amantes de la naturaleza. Al lugar le rodea un frondoso bosque de encinas y aves como buitres, milanos negras o cernícalos. Por aquí pasa la ruta Bletisama Ocelo-Duri, que atraviesa el Puente Mocho y conectaba Zamora con Coria. Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2000.

Tampoco está de más hacer una visita al taller de artesanía de la localidad, ya que es otro modo de recorrer la historia, dado que en él descubrirás tradiciones de la zona a través de sus objetos, tales como miniaturas, objetos tradicionales o antigüedades.