Si alguna vez se ha preguntado, ¿cómo vivirían los primeros homínidos europeos o cómo sería dormir en una cueva? En las comarcas granadinas de Guadix y El Altiplano, en el barrio del Sacromonte o en localidades como Alhama de Granada y Nigüelas tiene la respuesta. En estos lugares de la provincia de Granada, el visitante puede redescubrir y vivir unos días en un alojamiento turístico excavado en la tierra, eso sí, con las comodidades del siglo XXI.

 
Una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados
 
 

Las comarcas de Guadix y El Altiplano, el barrio granadino del Sacromonte o localidades como Alhama de Granada y Nigüelas ofrecen al visitante vivir en un alojamiento excavado en la tierra con las comodidades del siglo XXI

Aunque resulte curioso, muchas de estas construcciones excavadas en la tierra hace cientos de años (algunas se remontan al siglo XV), continúan hoy día en pie; de hecho, en la actualidad son la forma de vida de más de 5.000 familias granadinas, y en localidades como Baza, Benamaurel, Orce, Galera, Castilléjar, Guadix, Benalúa y Purullena conservan aún populares barrios de cuevas, picados en los barrancos, veredas y cañadas con una distribución anárquica que les otorga una interesante singularidad.

El cañón de los Coloraos, en el Geoparque de Granada, acoge numerosas cuevas-casa

Desierto de los Coloraos, uno de los emblemáticos paisajes del ‘territorio cueva’ de la provincia de Granada

Barrio de cuevas en Guadix

Guadix, lugar natal del escritor Pedro Antonio de Alarcón, “es conocida como la capital europea de las cuevas”, como nos comenta Antonio Requena, de la Oficina de Turismo, en donde han elaborado una aplicación móvil ‘Guadix Turismo’ en la que se puede conseguir información sobre cerca de 300 puntos de interés, entre ellos el Barrio de las Cuevas.

Se trata de una extensión que el turista puede divisar desde la autovía A-92. Antes de llegar, impresiona ese paisaje de notable aridez dominado por altiplanicies rodeadas por espacios montañosos de especial valor ecológico –lo que se conoce como la Hoya de Guadix–, y es en esos cerros donde se encuentra la singularidad arquitectónica del hábitat troglodita en todo el ámbito, que presume de tener al Parque Nacional de Sierra Nevada como telón de fondo. En la parte más baja se encuentra la ciudad y su centro histórico.

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Las casas cueva se integran perfectamente en el paisaje y respetan el medio ambiente en el que se ubican

Las casas cueva se integran perfectamente en el paisaje y respetan el medio ambiente en el que se ubican

Lo cierto es que las casas cueva sorprenden salpicadas en las laderas al viajero desde la lejanía (no solo en Guadix si no en la mayoría de los pueblos que componen el Geoparque de Granada), por lo que adentrarse en un barrio de estas viviendas es una opción muy interesante. En la ciudad acatucitana existe un tren turístico que sale de la Plaza de la Catedral y sube hasta el barrio, en el que se puede visitar la Cueva Museo convertida en un Centro de Interpretación en el que el turista llega a sentir el verdadero calor tradicional de una vivienda bajo tierra.

Aquí se desvelarán muchas curiosidades de estos hábitat, entre ellas, la del oficio de ‘picaor’ y como la auténtica cueva lleva el sello del pico en el terreno arcilloso, un trabajo totalmente artesanal realizado a una escala real. Según nos explica un guía de la zona, “las cuevas tienen vida propia, por lo que siempre están listas para nuevas ampliaciones o cambios, y por supuesto mantenimiento”. Cada una se construye de acuerdo a las necesidades de quienes vivirán en ellas y la originalidad del maestro ‘picaor’.

En este paseo otra de las paradas obligadas es la Ermita Nueva –en sus orígenes una cueva-tahona-, excavada en el cerro, y donde destaca un lienzo de la Virgen de Gracia del s. XVIII, de gran valor artístico.

El barrio cuenta también con varios miradores como el del Padre Poveda o el del Cerro de la Bala, desde los que se puede admirar un paisaje único y exclusivo de estas tierras del Norte de la provincia de Granada con montañas escarpadas, badlands y cárcavas de fondo abrazando al pueblo, con un primer plano de suelo arcilloso y vegetación natural del que brotan las chimeneas blancas que dan pistas de que ahí, bajo nuestros pies, hay casas cueva excavadas. Los juegos de colores ocres, marrones, blancos y el verde de las plantaciones de álamo forman parte de la escena.

Barrio de las Cuevas de Guadix

Barrio de las Cuevas de Guadix

Casas-cueva

Totalmente llamativo es cómo las casas cueva se integran perfectamente en el paisaje y respetan el medio ambiente en el que se ubican. Sus bondades son numerosas. Algunos las señalan como una “de las viviendas más resistentes”, otros apuntan  a que su calidez climatológica da como resultado “estancias frescas en verano y cálidas en invierno (aunque muchas cuentan con chimeneas para echar fuego y subir la temperatura), silenciosas por su aislamiento sonoro y acogedoras para dormir”. De hecho, una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados. Se podría afirmar que son viviendas totalmente ecológicas.

Las cuevas mantienen una temperatura constante a lo largo de todo el año y convierten la experiencia de habitar en ellas en algo realmente único

Las cuevas mantienen una temperatura constante a lo largo de todo el año y convierten la experiencia de habitar en ellas en algo realmente único

Las estancias con techos abovedados, arcos, paredes redondas y zigzagueantes pasillos, son muy acogedoras. En el interior, los armarios, alacenas o cualquier mobiliario de almacenaje se le gana al terreno, principalmente de arcilla. Normalmente, las habitaciones de más uso diario como pueden ser el salón y la cocina se ubican al principio de la casa, donde es posible realizar ventanas que permitan la entrada de luz y ventilación; los dormitorios se reservan para los espacios más interiores, que en ocasiones, se iluminan con luz natural que penetra por los techos, filtrada a través de lucernarios excavados en el cerro. La fachada juega con el terreno, encalada y con un pequeño tejado y alguna que otra ventana, son lo más que se ve de estas casas que también lanzan al exterior sus chimeneas.

Una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados

Una de las principales peculiaridades de los hoteles cueva es que no necesitan calefacción ni aire acondicionado porque la temperatura permanece estable en su interior durante todo el año, en torno a 20 grados

Hoteles, restaurantes o hamman

La gran variedad de usos aparte de alojamiento que los emprendedores de la provincia le han dado a las cuevas resulta cuanto menos llamativo. De hecho, hay espacios que son auténticos complejos turísticos que prestan  multitud de servicios y actividades complementarias de turismo rural y activo, como es el caso de Trópolis, un conjunto museístico situado en una cueva en Alcudia de Guadix (Valle del Zalabí) en el que profundizar sobre cómo se vive este singular hogar y con muchas troglo-propuestas para disfrutar en familia  entre las que destacan los talleres para aprender a hacer artesanía con barro, queso, pan y vino.

En el mismo municipio se encuentran las Cuevas del Tío Tobas, un complejo con cerca de una veintena de casas-cueva, que merecen una visita aunque sea para degustar en su restaurante los platos típicos de la comarca: las gachas de maíz, el rinrán (una ensalada de pimientos asados secos, orejones secos de tomates, cebolla cocida, olivas aliñadas, huevos duros, bacalao desalado, aceite de oliva y sal) o las carnes al horno de leña y la parrilla, una de sus especialidades.

Algunos establecimientos cueva ofrecen la oportunidad de darse un relajante baño, masajes y terapias anti estrés

Algunos establecimientos cueva ofrecen la oportunidad de darse un relajante baño, masajes y terapias anti estrés

Otros alojamientos como las cuevas hammam del Abuelo José (El Bejarín) o las Cuevas Aljatib (Baza) que ofrecen la oportunidad de darse un relajante baño, masajes y terapias anti estrés en sus hammam o baños árabes en cueva, en los que no falta el té.

Esta zona también cuenta con complejos como las Cuevas Algarves de Gorafe o La Granja (Benalúa de Guadix) con certificación de Casa Rural Startlight, que las acredita como instalaciones adecuadas para el astroturismo y su respeto al cielo nocturno.

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De igual modo, en el interior de una cueva en la zona de El Altiplano granadino se pueden encontrar bodegas como la de Pago de Almaraes, donde conocer el proceso de elaboración del vino, desde la recogida de la vid en sus viñedos anexos a la cueva hasta degustar algunos de sus exquisitos caldos. Pero todavía más curioso puede ser la existencia de nichos en cueva en Benalúa o Alcudia o, incluso, cementerios como el que existe en Belerda.

De regreso en Granada capital, espacios como los tablaos flamencos del Sacromonte en cuevas han proliferado y atraen a turistas que disfrutan con los espectáculos de cante y baile con la fiesta de la ‘zambra’ como referente.

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Los alojamientos turísticos en casas cueva tienen como denominador común el servicio de calidad, el respeto al medio ambiente, y la recuperación y conservación de una de las tradiciones constructivas y arquitectónicas más peculiares de Europa

Los alojamientos turísticos en casas cueva tienen como denominador común el servicio de calidad, el respeto al medio ambiente, y la recuperación y conservación de una de las tradiciones constructivas y arquitectónicas más peculiares de Europa

Cueva de las Ventanas

Si es usted de los que buscan impresionarse con bellas formaciones de estalactitas, estalagmitas, columnas, coladas y pequeños lagos en la provincia de Granada podrá visitar la Cueva de las Ventanas (Piñar), la única gruta abierta al público en la provincia, que fue habitada desde el Paleolítico Superior. Catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y Monumento Natural de Andalucía se encuentra en las estribaciones de Sierra Arana y el visitante realizará un entretenido viaje troglodita que comienza en la plaza del pueblo, donde un tren turístico sirve de transporte para llegar a la entrada de la cueva, adaptada para sillas de ruedas. “La cueva es impresionante. Es peculiar porque fue habitada en el Paleolítico Superior y, además, hay vestigios de hienas de una época en la que se pensaba que habían desaparecido de la Península Ibérica”, explica una de las guías de la gruta.

La Cueva de las Ventanas está abierta al público y fue habitada desde el Paleolítico Superior

Es una opción para conocer de cerca la forma de vida de los antepasados de esta zona, hogares neolíticos, enterramientos a través de algunas recreaciones, además de asombrarse con las formaciones propias de la erosión del agua durante millones de años. Este pueblo, además, celebra su particular homenaje a sus antepasados trogloditas, el primer fin de semana de agosto; la población festeja el Día de la Prehistoria: miles de personas ataviadas con indumentaria propia de otros tiempos, comen y practican actividades de aquella época. Una cita divertida en la que el visitante también puede participar y vivir una jornada totalmente neandertal.

Una de las salas de la Cueva de las Ventanas de Piñar

Una de las salas de la Cueva de las Ventanas de Piñar

En definitiva, es aquí en estos hábitats trogloditas excavados en el interior de la tierra cuando los habitantes de estas zonas dicen que “la tierra te abraza”. Y cierto es que sentirse en una cueva es como habitar en la calidez de un abrazo, tan querido y necesitado en estos tiempos.