Hellín (Albacete) es una de las poblaciones más antiguas de España, habitada ya en el Paleolítico Inferior. La ciudad albaceteña alberga un patrimonio cultural impresionante y cuenta con dos bienes declarados Patrimonio Mundial de la Humanidad por parte de la UNESCO: las pinturas rupestres del Abrigo Grande de Minateda y su Tamborada, la más grande del mundo y que en este 2020 tuvo que celebrarse desde los balcones debido a la pandemia del coronavirus.
La ciudad castellona-manchega está situada en el límite más meridional de Castilla-La Mancha, lindando con Murcia, a 239 kilómetros de Madrid, 142 de Alicante y 85 de Murcia, en bellísimo paraje natural. En estos días de septiembre tendría también lugar su Feria, en honor a la patrona local, la Virgen del Rosario y que ha sido declarada de interés turístico regional.
En la Tamborada de Hellín y Agramón (una pedanía de Hellín), que ha sido declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, más de 20.000 tambores rompen el silencio con un emocionante y atronador redoble
Un recorrido por la historia
Tanto la Tamborada como la Feria volverán. De momento, Hellín invita a hacer un recorrido por la historia y tiene sus puertas abiertas a los turistas para poder visitar esta magnífica ciudad, testigo del paso de los pueblos íberos, romanos, visigodos, árabes y cristianos.
La Oficina de Turismo de Hellín organiza visitas guiadas temáticas algunos fines de semana. Las personas interesadas pueden encontrar información a través de su página web, el correo electrónico turismo@hellin.es o llamando al teléfono 967 54 15 20.
Junto al Tolmo de Minateda (en la foto) los primeros habitantes de Hellín erigieron su hogar y allí se encuentra un Parque Arqueológico con los restos que atestiguan su ocupación continuada desde la Edad de Bronce
En el Tolmo de Minateda hay un Parque Arqueológico con restos del paso de pueblos íberos, visigodos, musulmanes y cristianos
De visita obligada es el yacimiento arqueológico del Tolmo de Minateda, cuyos trabajos se iniciaron a finales de 1987 a raíz del descubrimiento de una serie de sillares con inscripciones romanas. Fue el inicio de un tesoro cultural de valor incalculable. Allí se han encontrado restos que atestiguan una ocupación continuada desde la Edad de Bronce, con los primeros pueblos íberos, la época islámica de los emiratos en el siglo IX la reconquista posterior... Todo ello atestigua el valor estratégico de Hellín como lugar de paso entre la Meseta, Levante y Murcia.
Una imagen del Parque Arqueológico de Minateda
Es en el Cerro del Castillo donde se localizan los vestigios urbanos más antiguos y donde encontramos los restos del antiguo castillo almohade, datado entre los siglos X y XI. También hay restos de la muralla y de la torre central con un aljibe en su interior. Alrededor de este enclave nacería la actual ciudad de Hellín
El casco histórico de Hellín fue declarado Bien de Interés Cultural – Conjunto Histórico en 2007 y presenta el entramado típico de las ciudades árabes con callejuelas estrechas llenas de encanto.
El casco histórico de Hellín presenta el entramado típico de las ciudades árabes con callejuelas estrechas llenas de encanto
La Oficina de Turismo de Hellín nos propone una ruta por el Convento de los Franciscanos, que cuenta con visitas guiadas para grupos pero hay que concertarlas previamente; la Iglesia de la Asunción (siglo XV), de estructura gótica con aportaciones renacentistas; y la Ermita de Nuestra Señora del Rosario, una de las más antiguas de la ciudad, que aparece citada en la Relaciones Topográficas de Felipe II en 1575 y se puede visitar de forma gratuita.
Foto de Manuel Sagredo, que ganó el Concurso de Fotografía Turística 2017 de Hellín y en la que se puede ver la iglesia de la Asunción y la ermita del Rosario
El recorrido se completa con un paseo por las sinuosas callejuelas llenas de encanto pasando por uno de los rincones más conocidos: el Callejón del Beso que es la calle más estrecha de Hellín y donde se encuentra la Casa Mascuñán, una vivienda del siglo XVI donde, al parecer, pernoctó Carlos I. Otros edificios como las Casas Falcón, Salazar, del Conde o Perier, son ejemplos de viviendas señoriales del siglo XVII y XVIII, al igual que los camarines de las principales iglesias.
Arte rupestre a la altura de Altamira
A unos 8 km al sur de Hellín se localiza el Abrigo Grande Minateda, considerada por los expertos la Capilla Sixtina de Arte Rupestre del periodo del Neolítico, igual que Altamira lo es de la etapa del Paleolítico. Allí se puede contemplar un friso con más de seiscientas figuras rupestras que representan escenas de caza y animales (ciervos, caballos, cabras...) es incluso figuras humanas con vestidos y adornos corporales. Habitualmente se visita con cita previa, pero este otoño empiezan las obras para mejorar el acceso y el Ayuntamiento espera que pueda reabrirse al público en enero de 2021.
Las pinturas rupestres de Hellín son consideradas la Capilla Sixtina del Neolítico
Las pinturas de Abrigo Grande Minateda fueron declaradas por la Unesco Patrimonio de la Humanidad, al igual que la Tamborada de Hellín y Agramón (una pedanía de Hellín), que se celebra cada año desde el Miércoles Santo hasta el Domingo de Resurección. Más de 20.000 tamborileros irrumpen en las calles de Hellín con túnica negra y un pañuelo rojo o negro en el cuello, acompañando en los distintos momentos de la Semana Santa.
La Semana Santa de Hellín es una Fiesta de interés Turístico Internacional
Los hellineros se han quedado este año sin disfrutar de su Semana Santa, por cierto declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional, ni de la tamborada, al menos como se conocía. Y es que este año se celebró desde los balcones de las casas representando la unidad y la solidaridad de todos ante una situación tan complicada como la emergencia sanitaria provocada por el coronavirus. Todos esperan que en 2021 puedan volver a las calles y recibir a miles de visitantes.
Una chimenea volcánica única en Europa
Para los amantes de las excursiones y la naturaleza, está el Saladar de Agramón y, sobre todo, el Pitón volcánico de Cancarix, una chimenea volcánica de tipo lopolito puesta al descubierto por la erosión, única en Europa.
"La ruta del Volcán de Cancarix es muy adecuada para esta época del año. Es un Monumento Natural de gran interés geológico que alberga a peculiares especies de animales y plantas", nos explica una portavoz de la Oficina de Turismo. Hay un itinerario circular de unos 7,7 kilómetros, que está señalizado con balizas, flechas e indicaciones. Otra posibilidad es la Ruta Geológica, un itinerario lineal de 2,4 km por cada trayecto.
¿Qué comer en Hellín?
El visitante puede disfrutar en Hellín de la rica gastronomía castellano-manchega. Pero si hay un plato que resume la esencia de tradición culinaria local es arroz con conejo y caracoles. "Por Hellín pasan dos ríos, el río Mundo y el Segura, y en sus riberas se cultiva arroz bomba con Denominación de Origen Calasparra, de ahí nos viene esta tradición", nos explican. Visitar los arrozales de las Minas de Hellín, que se encuentran en un antiguo coto de extracción de azufre, donde el Río Mundo afluye al Segura, es otra de las experiencias que se pueden vivir en la zona. Además de disfrutar de un paisaje único se pueden contemplar una amplia variedad de animales y especies vegetales.
Otras especialidades culinarias son gazpachos manchegos, conejo en patagorrina, habas con cebolla, michirones y panecicos dulces.
Si visitas Hellín, tampoco puedes perderte el aceite y vino local, con Denominación de Origen Jumilla. Y por supuesto, su conocidos caramelos cilíndricos de sabores variados, que han logrado mantener su estética y tradición pese al paso del tiempo.
Arroz, aceite, vino de Jumilla y caramelos tradicionales constituyen las especialidades gastronómicas más significativas de Hellín
De Hellín al Congreso
Como curiosidad, en Hellín también nacieron los llamados Caramelos del Congreso, un dulce artesanal elaborado con azúcar tostado y yema de huevo confitada y que se popularizaron gracias a dos empresas locales surgidas el mismo año en el que Isabel II inauguró en Madrid el edificio del Parlamento en 1850. Por esas fechas funcionaban ya en Hellín la confitería La Esperanza (ahora conocida como La Elisa) y la de La Pájara, dedicadas a la fabricación de peladillas, turrones, carne de membrillo, yemas y caramelos.
En 1905 Alfonso XIII dio permiso Elisa Arsenal Collados, alma mater de La Esperanza, para anunciarse como proveedora de la Casa Real. Sus caramelos artesanales acabaron en el Congreso, de la mano de un diputado local y conquistaron el paladar de sus señorías. Hubo incluso una polémica que recogió e 1896 Emilia Pardo Bazán en su columna de 'La Ilustración Artística' . La escritora y aristócrata gallega explicaba que el presupuesto anual de la Cámara en caramelos y azucarillos había despertado suspicacias porque se repartían cientos de ellos cada día, por indicación del presidente, entre los diputados y quienes se sentaban en la tribuna de invitados. La partida acabó suprimiéndose años más tarde, pero los ya llamados caramelos del Congreso han seguido endulzando la vida a todo el mundo más de un siglo después de la polémica.