Las vacaciones de verano están a la vuelta de la esquina y uno de los destinos preferidos para no sufrir el calor estival son las playas. El diario británico The Telegraph estuvo investigando cuáles eran las mejores playas europeas: poco saturadas, paisajes limpios… Sus especialistas recogieron las mejores opciones para disfrutar de unos días al lado del mar y estos fueron los resultados.
Islas Cíes, Galicia
Se denomina a estas playas el 'caribe gallego', por su arena blanca y sus aguas transparentes. El archipiélago de tres islas tiene como principal playa la de Rodas, la más larga de todas. Se trata de un Parque Nacional, por lo que el número de visitantes está restringido, solo 2.200 al día. Para poder visitarlas, hay que solicitar un permiso a la Xunta de Galicia y tener un billete de transporte en una naviera autorizada.
Viveiro, Galicia
The Telegraph asegura que esta localidad gallega agrupa muchas de las mejores playas del norte de España. Tiene decenas de arenales a menos de media hora. También se puede visitar la Bahía de Viveiro, una entrada en forma de lágrima con colinas cubiertas de eucaliptos y pinos. Al otro lado de la bahía está el puerte de Celeiro, con playas vírgenes de un kilómetro de largo y dunas bajas.
Llafranc, Costa Brava
Se dice que Llafranc es tan grande como para mantener a una familia entretenida durante una semana de vacaciones, y pequeña para poder estar tranquilos. La playa tiene una extensión de 330 metros en línea recta, y dos zonas bastante diferenciadas. Una, la más cercana al puerto, está repleta de embarcaciones varadas en la arena, y la otra está ocupada por los bañistas, llena de arena fina y 40 metros de anchura.
Mónsul, Almería
Es una de las playas más famosas del Parque Natural de Almería, que debe su singularidad a las formaciones de lava erosionada que la rodean, pero también a su arena fina y sus aguas cristalinas. Con 400 metros de longitud, está limitada por formaciones rocosas de origen volcánico y por una gran duna de fina arena. Además, desde la Duna de Mónsul hay una hermosa vista de la playa y de todo el paisaje, sin coches ni construcciones.
Playa El Cañuelo, Málaga
Esta playa de Nerja es la última de la localidad malagueña, entre las provincias de Málaga y Granada. Está ubicada en el paraje natural Acantilados de Maro-Cerro Gordo, caracterizado por unos impresionantes acantilados. Es una playa aislada y rústica, y está rodeada por un precioso entorno natural. Tiene un acceso complicado, pero eso le proporciona todavía más encanto, porque parece una playa secreta dotada de buen clima y con baja ocupación.
Es Grau, Menorca
Esta amplia playa de casi 600 metros de longitud y 35 de ancho, forma parte del Parque Natural de S’Albufera de Es Grau. Tiene forma de concha y está rodeada por un cordón de dunas. La bahía está prácticamente cerrada al mar, y está protegida por la Isla D’en Colom.
Cala Pregona, Menorca
Es una playa muy diferente, de arena roja y agua totalmente cristalina. Su 'problema' es que está lejos de cualquier lugar de la isla, a excepción de los que se alojen en Fornells o Mercadal, y hay que darse un buen paseo para llegar, de unos 30 minutos desde el aparcamiento. Lo recomendable es llevarse comida de casa o visitar el restaurante de la playa próxima de Binimel-là.
S’illot, Mallorca
Es la típica playa en forma de media luna, formada por arena gruesa y cantos rodados. Está ubicada en el entorno de La Victoria, cerca de Cabo Pinar, a pocos kilómetros de Alcudia. Según el medio inglés, la pequeña cala, con agua de cobalto, está rodeada de pinos en el promontorio de Victòria, que divide la bahía de Alcúdia de la bahía de Pollença, al noroeste de Mallorca. Si lo que más te gusta es caminar, hay senderos entre los árboles, y una zona de picnic a la sombra donde descansar. Si esto no te convence, tienes el restaurante S’illot donde poder comer.
Cala Llombards, Mallorca
Está al sureste de Mallorca, próxima al municipio de Es Llombards, y a unos diez kilómetros de Santanyí. Por la cala hay zonas rocosas desde las que los bañistas se lanzan a las aguas cristalinas. Muy cerca está Es Pontàs, un arco natural de roca erosionada por las olas y rodeado de agua, lo que hace que parezca un puente construido dentro del mar.
Cala Codolar, Ibiza
Es una cala al oeste de la isla muy poco transitada y con precios asequibles en el bar de la playa. Xescu Prats escribió en el Diario de Ibiza sobre esta cala: “Hubo un tiempo, no hace mucho, en que los días en la orilla de aquella minúscula playa ibicenca, con un chiringuito de madera, eran lo más parecido al paraíso. La arena estaba rastrillada y limpia, y nunca había demasiada gente; incluso en agosto..”, redactó.
