Ubicada en la comarca tradicional de Valduerna y a 60 kilómetros de la imponente Catedral gótica de León, encontramos la localidad leonesa de La Bañeza. Un municipio con una importante tradición medieval que ha heredado un sinfín de ritos que perduran hoy en día. Entre todas aquellas costumbres y ceremonias destacan sus carnavales que datan del siglo XVII. Aunque se han encontrado indicios de que, en la época prerromana, ya se celebraban en estas tierras carnavales ancestrales ligados a las cosechas.
Los actos principales de estos carnavales de tradición medieval son los desfiles, la Musa del Carnaval, el Viernes Tranquilo, el Sábado de Crispas o el Entierro de la Sardina. Tal es la originalidad y el valor cultural que aportan los carnavales bañezanos que en 2011 fue declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional. No obstante, lejos de conformarse, desde el Ayuntamiento aseguran que “van a por el ‘Internacional’”.
Si hubiera que elegir una de sus muchas singularidades, la más emotiva de esta fiesta sería que los disfraces son elaborados a mano por cada vecina y vecino del pueblo, buscando la extravagancia y huyendo de convencionalismos. Sin embargo, no podemos olvidarnos de sus carteles, que cada año se diseñan y se distribuyen por la provincia para animar a todos los leoneses a formar parte de esta mágica celebración.
El Carnaval de La Bañeza primero elige a su Musa y luego pega el pistoletazo de salida el contradictorio Viernes Tranquilo, que de tranquilo no tiene nada, pues todos los habitantes salen esa misma tarde a festejar con sus disfraces. Al día siguiente, el Sábado de Crispas, se presenta a la Reina y la Musa de los carnavales durante el pregón y el domingo la charanga y los cabezudos recorren las calles más céntricas del municipio, siendo físicamente imposible no unirse al festejo.
El lunes es para los niños, quienes tienen su propio desfile, y para la Noche Bruja que mezcla música, máscaras, misterio y humor. El martes es para que los grupos y peñas luzcan sus trabajados disfraces en un desfile mucho mayor, todo acompañado de música, por supuesto.
El Sábado de Piraña, la despedida del Carnaval de La Bañeza
Aunque este curioso carnaval debería terminar el Miércoles de Ceniza, los bañezanos tienen otros planes, y finalizan la fiesta el Sábado de Piraña, cuando el Barrio Mojado recoge los restos carnavaleros y todos se despiden con "sentimiento, jolgorio y cachondeo" hasta el año siguiente.
