La Navidad es época de comilonas, festines y celebraciones y los postres tienen un papel muy importante en la mesa y sobremesa. A diferencia de otras celebraciones a lo largo del año, en Navidad existen unos postres típicamente navideños que se han convertido en tradición y aunque se pueden disfrutar durante todo el año cobran especial importancia en esta mágica época. Estos dulces son tales como el turrón, los mazapanes o los mantecados y polvorones (sin despreciar el roscón de reyes).

¿Cuál es la diferencia entre los mantecados y los polvorones?

Estos dos últimos, mantecados y polvorones, son muy parecidos, pero guardan una gran diferencia: mientras que los mantecados llevan harinas de trigo y almendra sin tostar, azúcar en granillo y huevo entre sus ingredientes principales, en los polvorones las harinas de almendra y de trigo están tostadas, el azúcar es glas y no llevan huevo. De esta forma los polvorones necesitan menos tiempo de horneado y adquieren una textura típica que tiende a desmenuzarse al tocarse, por eso siempre van envueltos en papel.

¿Cuál es el origen de los mantecados y los polvorones?

Su tradición e historia se remonta al siglo XVI y el comienzo de la elaboración de ellos se debe al exceso de producción en la cosecha, tanto de trigo y de manteca de cerdo, fruto de las matanzas. Ambos tienen su origen en Andalucía, en el pueblo sevillano de Estepa.  Estos típicos postres navideños, con una diferenciación primordial en función de sus ingredientes, así como el estado de ellos, tienen su origen más remoto en un convento de monjas clarisas del pueblo sevillano de Estepa.

El archivo de este convento de Santa Clara, fundado en 1599, conserva un documento de 1780 con unas partidas presupuestarias en el que las monjas encargaron a un vecino que en su viaje a Cádiz les comprase varias arrobas de azúcar, fanegas de cacao y libras de canela. A pesar de esto, la autoría y expansión de este popular dulce navideño tal y como lo conocemos hoy corresponde a Micaela Ruiz, conocida también como la Colchona, una vecina del pueblo dedicada a hacer las matanzas del cerdo que se le ocurrió la idea de aprovechar la manteca del animal sobrante para hacer un dulce. Todo ello ocurrió en el siglo XIX y el dulce pasó a otras localidades gracias a que su marido era cosario, persona que se dedicaba a llevar a otras personas o cosas de un pueblo a otro.

La historia de los mantecados y polvorones continúa hasta el día de hoy

A partir de ahí, la fabricación de mantecados y polvorones se expandió rápidamente, llegando a encontrarse hasta 120 obradores en el pueblo. Hoy en día hay 22 fábricas locales, siendo la más antigua la de los herederos de La Colchona, ubicada en pleno centro del pueblo en la misma casa donde vivió la fundadora y su marido.

Finalmente, otra de las personas que merecen un reconocimiento en la elaboración y fabricación de estos dulces navideños es el conocido como “Maestro Coches”, Antonio González Fuentes, quien desarrolló una maquinaria apta para la fabricación de los dulces, pasando de un método totalmente manual a otro automatizado.

En la actualidad Estepa produce alrededor del 95% del total de la elaboración de mantecados y polvorones en España, estando presentes en los cinco continentes en países como Alemania, Francia, Estados Unidos, Argentina o Brasil.