¿Alguna vez te has preguntado por qué las clásicas servilletas del bar de siempre no te limpian las manos o los restos de la comida y bebida? Es muy probable y, si lo has hecho, no has sido el único que lo ha pensado o que en esa situación llevada a la práctica ha tenido que recurrir a un pañuelo de toda la vida.

Estas servilletas, de pequeño tamaño, en forma rectangular y con un tacto crujiente, aún pueden usarse en multitud de bares a lo largo y ancho del país, pero lo cierto es que más que limpiar, ensucian. Pero, ¿por qué motivo se ponen a disposición de los comensales un utensilio para limpiarse si no cumple su función? Las redes sociales y la ciencia, por distintas vías pero con el mismo fin, resuelven este misterio ya resuelto.

El usuario Fernando de Córdoba compartió a principios de noviembre en X -red social antes conocida como Twitter- ha explicado con toda claridad por qué estas servilletas no limpian. “¿Sabéis esas servilletas maluchas de los bares que bromeamos diciendo que limpian tan mal que parecen impermeables? Es que lo son”, señala para, a la par, compartir una imagen explicativa de los materiales de los que están compuestas.

Resulta que estas servilletas están hechas con papel sulfito, ideales para “entregar un croissant, proteger un bocadillo o tapar un pequeño tentempié”, es decir, proporcionan protección para no mancharte, pero no eliminan suciedad como en multitud de ocasiones son utilizadas. Son impermeables porque están diseñadas para que la grasa no las atraviese; también, son sostenibles con el medioambiente al ser fácilmente reciclables y, como extra, resultan más higiénicas para manejar los alimentos.

Así lo resume el usuario: “La idea no es que te limpies con ellas, sino que las uses para coger cosas que pringan, como una palmera de chocolate” o para usarse como posavasos para una cerveza u otro tipo de bebida que pueda dejar restos, aclara a sus miles de seguidores en la red social.

Por lo que la conclusión es más que clara. La razón científica es que estas servilletas están diseñadas con productos derivados del ácido sulfúrico para proteger las superficies de las mesas y evitar que líquidos o restos de grasa penetren en estos materiales.

Con el misterio resuelto, ya puedes deshacerte de la idea de que estas servilletas no tienen utilidad y, por ende, puedes empezar a usarlas para sujetar un alimento pringoso o evitar que se derrame más bebida de la cuenta, pero no para limpiarte las manos.