Cada 8 de junio se celebra el Día Mundial de los Océanos, un verdadero pilar en la vida en la Tierra con una superficie que alcanza dos tercios del planeta. La acción humana está causando un grave daño a los océanos y los mares, no solo con la sobreexplotación pesquera y la pesca ilegal, sino también con las prácticas insostenibles de acuicultura, la contaminación y la destrucción de los hábitats marinos.

Razones por las que los océanos son imprescindibles para La Tierra

La ONU, quien organiza diversas campañas para proteger los océanos, ha pedido a los gobiernos que lleven a cabo políticas que contribuyan a la reducción de los plásticos y aconseja a los ciudadanos a abandonar el hábito de usar y tirar. Los océanos son importantes para el planeta por diversos motivos:

1. Los pulmones de la tierra: no solo las grandes masas forestales ejercen esta función, ya que los organismos marinos conocidos como fitoplancton también realizan la fotosíntesis, proceso mediante el cual liberan oxígeno a las aguas y a la atmósfera. También absorben cada año un cuarto del dióxido de carbono que surge por la actividad del ser humano. Los océanos tienen un papel fundamental para reducir el impacto de los gases de efecto invernadero.

2. Reguladores del clima: la temperatura de los océanos ejercen una influencia crucial sobre los distintos climas que existen en el planeta. Tienen la capacidad de almacenar el calor del sol y es por ello que las distintas corrientes oceánicas definen la meteorología en los distintos lugares. Esta capacidad reguladora está siendo fuertemente dañada por el cambio climático, que provoca el aumento de la temperatura de las masas oceánicas, lo que conlleva al perjuicio de los ecosistemas marinos.
Unas de las especies más perjudicadas por este aspecto son los corales, que sufren el blanqueamiento ante las aguas calientes. Pero el cambio climático también tiene otras consecuencias, como la subida del nivel del mar y la mayor intensidad de fenómenos meteorológicos.

3. Actúa como medio de transporte: las diferentes corrientes marinas que se producen en los océanos son fundamentales para la vida de muchos de los organismos que viven en sus aguas. La destrucción de dichas corrientes tiene una importancia vital para el desarrollo de los diferentes ecosistemas que se producen en todo el planeta.

4. Proveedores de alimentos: más de 3.000 millones de personas dependen de la biodiversidad marina y costera para su sustento. El valor de mercado de los recursos marinos se estima en 3 billones de dólares al año. Pero la sobrepesca es otro de sus grandes problemas, que afecta a la regulación natural de los ecosistemas.

Según datos de la ONU, cada año llegan unos trece millones de toneladas de plásticos a los océanos procedentes de las actividades humanas, lo que pone en riesgo a las especies y ecosistemas marinos, pero también al resto del planeta.

La celebración de este día es una gran oportunidad para reflexionar sobre cómo afectan nuestras acciones diarias a los océanos y pensar en nuevas soluciones que reduzcan el impacto que produce el ser humano en el conjunto del planeta y, en concreto, en el Gran Azul. Los océanos están sufriendo las consecuencias de una actividad y un desarrollo humano no controlado y extremadamente perjudicial, por eso es importante plantearse retos desde el nivel personal y diario para así contribuir con pequeños gestos en la preservación de la vida marina y, a final de cuentas, en la nuestra propia. Estos serían algunos gestos diarios que se pueden llevar a cabo para cuidar a los océanos:

1. La regla de las 'Tres Rs'

Reducir, reutilizar y reciclar. Disminuir el consumo de productos directos o energías, así como las emisiones de CO2. Volver a utilizar las cosas más de una vez y darles la mayor utilidad posible antes de tirarlos a la basura y reciclar, desechar los residuos en los contenedores correctos para poder darles una nueva vida.

2. Utilizar menos productos de plástico

Los plásticos terminan como basura en el mar y contribuyen a la destrucción de los hábitats, así como a la muerte de muchos animales marinos. Se pueden sustituir los recipientes de plástico por recipientes de cristal o utilizar bolsas de tela reutilizables en lugar de plástico. Otro hábito que se debe cambiar es la cultura de usar y tirar, lo que supone un gran porcentaje de los residuos que acaban en las aguas marinas.

3. Ayudar a cuidar y preservar las playas

Estos lugares acogen a un gran número de personas para diversas actividades, desde tomar el sol y bañarse hasta la práctica de deportes como el surf o buceo. Se debe intentar alterar lo menos posible estos espacios naturales, dejándolos tal como se han encontrado y recogiendo los residuos que se puedan encontrar.

4. Comprar prendas de tejido no sintético cuando sea posible

Los microplásticos, fragmentos de plástico de menos de 5 milímetros de longitud, pueden desprenderse de las prendas sintéticas al lavarlas y en solo un ciclo de lavado en la lavadora pueden llegar a liberarse 700.000 fibras de microplástico, lo que terminaría desembocando en el océano y en las diferentes especies que viven en ellos.

5. Concienciar a familiares y amigos

La contaminación de los océanos no suele ser un tema que se trate mucho, por eso es importante concienciar a la población de la importancia que tienen estas masas de agua para el desarrollo de la vida en la Tierra y las graves consecuencias que tienen las actividades humanas. También es importante apoyar a las diferentes organizaciones que luchan para proteger los hábitats marinos y su fauna.