“¡Ponme una caña!”. Vayas donde vayas, te sientes en el bar que te sientes, esta orden al camarero es la tónica de todas las tardes y noches de un fin de semana o viernes por la tarde incluso, para los amantes de la cerveza, algún que otro día de diario. Madrid es conocida como la capital de los bocadillos de calamares o sus callos, sin dejar de pasar sus clásicas cañas.

La búsqueda del tesoro por encontrar la caña de cerveza más barata de Madrid se convierte en una competición que parece no tener meta, pero he aquí la respuesta a la pregunta del millón. Se trata de Tapeando, un bar donde comer y beber las tapas de toda la vida a precios más que asequibles.

¿Tienes calderilla guardada en la cartera y no sabes qué hacer con ella? No hay mejor plan que acudir a este bar situado en la calle Bravo Murillo, muy cerca del metro Canal, para disfrutar de una caña bien barata: tan sólo por 0,85 céntimos. Si eres más de dobles, necesitarás menos de 2 euros, ya que te la servirán por 1,45 euros.

Dado que una cerveza no puede tomarse sola, en Tapeando ofrecen una gran variedad de tapas más que suculentas para acompañarla: migas de pastor, pimientos rellenos o albóndigas con tomate; platos servidos en pequeñas cazuelas con precios que no suelen ascender más de los 3,50 euros.

Cerveza y tapas, la combinación perfecta más barata

Además de estas dos apuestas seguras para disfrutar con amigos, en familia o en pareja, existen otros locales que ya se han convertido en un ‘sí’ sin matices para tener un plan perfecto. En Chueca, también muy cerca de Gran Vía, se encuentra la Sidrería El Tigre, en la que, con tan sólo pedir una cerveza o un vino, e independientemente del número de comensales, sirven platos a rebosar de comida. Si acudes a este conocido local en grupo de amigos, con tan sólo pedir dos o tres rondas, ¡acabarás lleno!

Si vas a pasear por El Rastro un domingo por la mañana, antes de que se acumule el mayor número de visitantes, ir a El Capricho Extremeño a desayunar es una cita obligada. Situado en el barrio de Embajadores y muy cerca al emblemático mercadillo, se encuentra este bar de también unos precios baratos que ofrece una amplia carta de tostas a precios imbatibles.

Bodega Salvaje, situada en el metro de Legazpi, sorprende con sus seis grifos (varios en rotación) con distintos tipos de cerveza a los que acompañar con platos típicos mesetarios.

También cerca de la emblemática Gran Vía, se encuentra el Wacamole Caballero, un restaurante mexicano situado en la Calle del Caballero de Gracia, 7 en el que se puede disfrutar de una barra libre con toda clase de bebidas por un módico precio para todos los bolsillos: 10 euros. Una hora libre para beber cerveza, vino o cualquier otro refresco o bebida a gusto del consumidor.