Aunque España cuenta con una sanidad pública colocada entre las mejores del mundo, contar con un seguro de salud privado será un excelente complemento para muchos ciudadanos. Las pólizas de salud cuentan con una cobertura básica que está relacionada con todos los gastos en los que se incurre durante la hospitalización y también hay coberturas adicionales que cubren otros procesos, así como consultas médicas, laboratorios, terapias o exámenes de diagnóstico. La oferta es muy amplia y son muchas las aseguradoras que ofrecen seguros de salud, por eso deberás determinar cuál es el que mejor se adapta a las necesidades de cada uno.

La llegada de la pandemia del coronavirus en 2020 nos hizo tomar mayor conciencia de la importancia que tiene el cuidado de la salud y el ponerse en los mejores servicios de asistencia médica. Así, entre los meses de enero y junio de 2021, se incrementó el número de pólizas en más de 400.000, cifra superior a la registrada de manera anual antes de la pandemia, según el informe El Seguro de Salud elaborado por ICEA. Respecto al cierre de 2020, se detectó un incremento del 3,7% del número de seguros contratados, y respecto a 2019, en 2020 se aumentaron en casi 100.000 las nuevas incorporaciones.

Tipos de seguros de salud

Existen tantos tipos de seguros de salud como pólizas hay en el mercado, pero, principalmente, son seis los tipos de seguros médicos que podrás contratar.

Seguro médico con copagos

Esta modalidad funciona de una manera muy distinta a los seguros de salud sin copago. El seguro médico con copagos requiere de pagos adicionales además de una cuantía fija. El asegurado con este tipo de seguro tendrá que asumir una cuota fija, que suele ser más baja que la de los seguros sin copagos, pero también tendrá que abonar un porcentaje de los gastos médicos realizados. Así, se asumirá parte del coste de la consulta, la prueba médica o el tratamiento que se reciba.

Los seguros médicos con copagos suelen estar indicados para aquellas personas que no acuden a un médico muy a menudo, ya que la cantidad fija no será muy elevada y solamente pagará más por los servicios que necesite.

Seguro de cuadro médico sin copagos

Este tipo de seguro consiste en que a cambio de un pago fijo, la persona asegurada puede acceder a todos los servicios sanitarios que le ofrezca la compañía dentro de su cuadro médico. La cuota suele ser mensual y por ella podrá disfrutar de un servicio médico completo, sin límite y sin tener que asumir ningún pago adicional. Este último aspecto es el que define esta modalidad de seguros, ya que la cuota fija suprime cualquier otro pago adicional.

Dentro de lo que cubre este seguro suelen estar incluidas todas las pruebas diagnósticas, la hospitalización, consultas médicas, análisis clínicos, intervenciones quirúrgicas…

No obstante, algunas veces estas pólizas incluyen algunas especialidades de manera limitada, como por ejemplo la dental, la fisioterapia o la psicología. Estos servicios suelen estar limitados a determinadas prestaciones y a un límite de uso al año.

Seguro médico baremado

Con un funcionamiento muy similar al seguro con copagos, esta póliza ofrece un precio fijo más bajo y uno variable más alto. En resumen, la diferencia respecto a los seguros con copagos es que la prima a pagar en la parte fija será más barata, mientras que el coste que paguemos por el servicio disfrutado será más elevado.

El asegurado pagará menos mes a mes, pero cuando acuda a una consulta o realice alguna prueba médica tendrá que desembolsar una cantidad mayor. La ventaja que ofrece es que este tipo de seguro no suele contar con periodos de carencia, ni tampoco establece exclusiones a determinados perfiles, como por ejemplo la edad.

Seguro médico de reembolso

Dentro de este tipo de seguro de salud existen dos modalidades diferentes: seguro mixto, que incluye un seguro de cuadro médico más uno de reembolso; y uno seguro puramente de reembolso.

El seguro mixto conlleva una cuota fija más cara, ya que engloba dos tipos de seguro. Ofrece un servicio sin copagos y, por otro lado, cuenta con la opción de reembolso. El usuario tendrá que abonar el importe de la consulta o prueba médica a la que se haya sometido y posteriormente se le devolverá. No siempre se devuelve el importe íntegro, ya que oscila entre el 70 y el 100%.

En la modalidad de reembolso, la diferencia es que el asegurado no tiene acceso a ningún cuadro médico concreto. Cada vez que se vaya al médico se tendrá que abonar la consulta y la aseguradora le reembolsará el importe que haya acordado.

Seguro médico sin hospitalización

Este caso es como el contrario a los seguros médicos de reembolso. Esta póliza es una de las más económicas, pero no cubre hospitalizaciones ni cirujías que la requieran, que son los servicios más caros.

No obstante, el asegurado podrá acceder a un cuadro médico de la compañía para visitar a especialistas, consultas o someterse a pruebas diagnósticas. También ofrece la posibilidad de copago.

Seguro dental

Por último, existen seguros médicos centrados en la salud bucal. El seguro dental puede contratarse dentro de una póliza de salud completa o como un seguro en sí mismo. La peculiaridad de estos seguros es que no cubren la totalidad de los tratamientos, sino que siempre llevan asociado un copago.

Dentro del pago de la prima se suelen incluir determinados tratamientos, como una o dos limpiezas bucales al año o extracciones de muelas. El resto de tratamientos tendrán un coste menor que el que tendrían en caso de no contar con ningún tipo de seguro.

Antes de lanzarse a contratar un seguro de salud es importante examinar cada caso particular y cuáles son las necesidades y situaciones personales. A veces se están pagando seguros que al final no se les saca toda la rentabilidad que deberían, por eso debe ver qué necesita y cómo lo necesita. Se puede estudiar las ofertas de cada compañía y preguntar los precios y las coberturas, o también se puede consultar un comparador de seguros de salud, como es el de Rastreator.