Cada 16 de octubre desde 1979 se conmemora el Día Mundial de la Alimentación, una celebración promovida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Esta iniciativa también tiene el foco puesto en los lugares más desfavorecidos y que más dañados han resultado por la crisis del coronavirus.

Un claro objetivo de la conmemoración es disminuir el hambre en el mundo, un propósito que también busca la Agenda 2030, con su meta de hambre cero. También se quiere rendir homenaje a los héroes de todo el mundo que plantan, cultivan, pescan o transportan alimentos. Además, el Día de la Alimentación busca promover una alimentación sana para todo el mundo.

Según datos de FAO, se estima que en el mundo 672 millones de adultos y 124 millones de menores son obesos y 40 millones de niños menores de cinco años tienen sobrepeso. El principal motivo es la mala dieta que se sigue y el desplazamiento que ha hecho la comida rápida en los hogares en los últimos años. La comida rápida ha sustituido a la comida del hogar, así como a frutas y verduras, cereales… Esto se ve agravado por el sedentarismo y la falta de la práctica del deporte.

La importancia de los alimentos ecológicos

Una alimentación sana tiene asociados muchos aspectos. Se debe optar por las comidas hechas en casa y que ayudan a los productores locales, fomentando así la generación de vegetales, frutas y verduras totalmente naturales, que son ricas en vitaminas y minerales y no deben faltar en la dieta.

Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de mirar lo que comemos es mirar cómo se ha producido. Claro está que hay que evitar los ultraprocesados lo máximo posible, ya que son productos muy ricos en azúcares, grasas y sal y que han sufrido importantes procesos industriales para su elaboración.

En contraposición se encuentran los productos ecológicos, cada vez más presentes en la dieta Mediterránea y muy protagonistas en los mercados. En los últimos años ha crecido notablemente la oferta de los productos ecológicos y han pasado de ser considerados productos gourmet, caros y exclusivos a ser habituales en las cestas de la compra y asequibles para la mayoría de bolsillos.

Este aumento en sus ventas llega de la mano de la concienciación de la población en cuanto a la importancia de mantener una dieta saludable y equilibrada que respete el medio ambiente y sea beneficiosa para el ecosistema.

Este tipo de productos no utilizan conservantes ni conservantes. Tampoco antibióticos, fertilizantes químicos o pesticidas. Además, tienen más nutrientes y una mayor calidad. Asimismo, suelen estar asociados a las temporadas, en función de la estación del año en la que se den para evitar el uso de aditivos que contribuyan a su conservación posterior.

Niveles de calidad y propiedades

Para que un producto sea considerado ecológico debe provenir al menos el 95% de una producción ecológica y el resto debe justificarse. También pasan por rigurosos controles de calidad para conseguir los certificados oficiales regulados por la Unión Europea.

En resumidas cuentas, un producto ecológico tiene las siguientes características: es saludable, no contine aditivos sintéticos, no contiene pesticidas, no han sido modificados genéticamente, no contienen antibióticos, son sostenibles con el medio ambiente, tiene máximos niveles de calidad, son respetuosos con el bienestar animal y con la naturaleza y son más sabrosos.

La importancia de los productos ecológicos en la salud

Uno de los problemas de la sociedad actual en lo que a alimentación se refiere es que se han fomentado los productos baratos, en los que se utilizan productos perjudiciales para salud en su producción. En cambio, los ecológicos no contienen estos elementos dañinos, ni para la salud humana ni para el medio ambiente o animales.

Los productos ecológicos carecen de elementos transgénicos que le aporten propiedades para que, por ejemplo, se conserven durante más tiempo. Otro punto importante es que respetan el bienestar animal y no fomentan, entre otras cosas, la proliferación de macrogranjas en las que los animales están explotados para sacarles el máximo rendimiento.