Cada día, millones de personas toman el volante y se sumergen en el tráfico urbano o en las carreteras. Para muchos, conducir es una actividad rutinaria, una parte indispensable de la vida cotidiana. Sin embargo, para un segmento de la población, enfrentarse al acto de conducir puede desencadenar ansiedad paralizante y miedo abrumador. Este temor irracional a conducir tiene un nombre: amaxofobia.

¿Qué es la amaxofobia?

La amaxofobia, también conocida como miedo a conducir, es un trastorno de ansiedad que afecta a individuos que experimentan un temor extremo e irracional al conducir un vehículo. Para quienes padecen este trastorno, incluso la idea de ponerse al volante puede desencadenar síntomas físicos como sudoración, palpitaciones, temblores e incluso ataques de pánico.

Esta fobia puede surgir por diversas razones, que van desde experiencias traumáticas previas en la carretera hasta el miedo a perder el control o sufrir un accidente, un miedo que normalmente viene por falta de experiencia al volante. Además, hay personas que solo tiene miedo a una situación en concreto –por ejemplo, conducir por carretera--, lo que hace que siempre que pueden eviten enfrentarse a esa situación y solo conducen por las zonas en las que se encuentran cómodos.

A pesar de que su nombre no es muy conocido, lo cierto es que se calcula que aproximadamente el 28% de los conductores padecen miedo a conducir, de los cuales un 55% son mujeres y un 45% son hombres, según un estudio de la Fundación CEA (en todo caso, estos porcentajes hay que entenderlos en su contexto, ya que los hombres suelen ser más reacios a reconocer este miedo, por lo que para los varones podrían ser más).

tratamiento amaxofobia

Tratamiento

El tratamiento de la amaxofobia es posible y siempre debe hacerse de la mano de profesionales de la salud mental, ya que de otra forma lo que puede hacer que el miedo a conducir vaya a más. Dicho tratamiento suele dividirse en dos partes. La primera de ellas es una terapia psicológica que lo que busca es encontrar la raíz del problema y ayudar a superarlo. Por ejemplo, puede ser que este miedo a conducir venga por una falta de experiencia o bien que sea porque se haya tenido una mala experiencia en el pasado –por ejemplo, un accidente de tráfico—que no se ha terminado de cicatrizar. En este sentido, lo que se busca con esta terapia psicológica es encontrar la raíz del problema y tratar de superarlo.

Al mismo tiempo, en estas terapias se suele aprender a utilizar diferentes técnicas de relajación que lo que pretenden es que, una vez que tengas que ponerte al volante, puedas reducir poco a poco la ansiedad que te genera conducir. Normalmente este proceso de relajación se tiene que hacer antes de la conducción, con ejercicios de respiración para calmar la ansiedad, y por otro lado aprendes distintas técnicas para realizar si te pones nervioso mientras conduces.

Finalmente, una vez que hayas realizado esta terapia, llegaría el momento de ponerte al volante. Lo más recomendable es hacerlo acompañado de un monitor o, si lo prefieres, de una persona de tu confianza que tenga una experiencia de varios años al volante. Lo ideal es, por cierto, hacer una inversión poco a poco, haciendo pequeños paseos y poco a poco ir avanzando.

miedo a conducir

El caso de Penélope Cruz y María Villalón

Recientemente, la actriz Penélope Cruz reveló en una entrevista en El Hormiguero que padece amaxofobia a causa de un accidente que sufrió su hermana, la también actriz Mónica Cruz, cuando la protagonista de Volver tenía siete u ocho años: “Es un gran trauma, porque la vi perder el conocimiento. Estaba paralizada en el hospital, diciéndole a la gente: ‘Mi hermana acaba de ser atropellada por un coche’”. Sin duda, una confesión pone de relieve que la amaxofobia no discrimina en función del estatus social o la profesión, y destaca la importancia de buscar ayuda y apoyo para superar este trastorno.

Quién también sufrió amaxofobia fue la cantante María Villalón, que fue entrevistada en directo en el programa Zapeando de laSexta para hablar de cómo superó esta fobia. "Cuando conté en redes sociales que sufrí amoxofobia, recibí muchos mensajes de gente que lo había superado y para mí fue una esperanza increíble", comentó la artista, que añadió que "tras meses de terapia, ahora estoy todo el día con el coche y me encanta conducir".

En definitiva, la amaxofobia puede ser una barrera significativa para aquellos que luchan contra ella, pero con el tratamiento y el apoyo adecuados, es posible superar este miedo paralizante y volver a disfrutar de la libertad y la independencia que conlleva conducir.

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