Con el paso del tiempo, tareas cotidianas como cocinar pueden convertirse en un desafío si los espacios no están adaptados a las nuevas necesidades del cuerpo. Agacharse para sacar una bandeja del horno o estirarse para alcanzar un vaso en un estante alto ya no resultan gestos automáticos. Ante esta realidad, expertos en diseño de interiores insisten en la importancia de repensar la cocina desde una perspectiva funcional y accesible.

Electrodomésticos al alcance

El planteamiento es claro: en la vejez, el diseño debe adaptarse a las personas, no al revés. Electrodomésticos elevados, almacenamiento accesible y superficies a la altura adecuada son algunas de las claves para facilitar el día a día y prevenir lesiones. “Los electrodomésticos no pueden estar a ras de suelo”, advierte la diseñadora de interiores María del Valle, quien apuesta por una cocina moderna que piense no solo en el presente, sino en el futuro.

La importancia de la ubicación de los aparatos

Uno de los aspectos más importantes es la ubicación de los aparatos de uso diario. Hacer que hornos, lavadoras y lavavajillas estén instalados entre la altura de la cintura y los ojos ayuda a reducir esfuerzos innecesarios y evita sobrecargas musculares. A esto se suma la necesidad de sustituir los tradicionales muebles bajos por cajones extraíbles y estantes que se deslicen con facilidad, pensados para evitar movimientos bruscos o posturas forzadas.

La altura de las encimeras

Las encimeras también deben revisarse. La altura estándar puede no ser la más adecuada para todos los usuarios. Adaptarlas o incluso combinar alturas distintas dentro del mismo espacio puede mejorar la ergonomía general de la cocina y reducir tensiones en cuello y espalda.

La importancia de la iluminación

La iluminación es otro aspecto esencial. Con el deterioro natural de la visión, una luz directa sobre las zonas de trabajo, junto a colores que generen contraste, puede marcar una gran diferencia. Lo mismo ocurre con los tiradores: deben ser grandes, cómodos y fáciles de manejar, especialmente para personas con movilidad reducida o poca fuerza en las manos.

Suelo antideslizante

El suelo antideslizante y las superficies fáciles de limpiar completan el conjunto. En definitiva, no se trata de grandes lujos, sino de aplicar sentido común y empatía al diseño. La cocina debe dejar de ser un espacio pensado solo para jóvenes y transformarse en un entorno seguro, flexible y funcional para todas las etapas de la vida.

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