Aunque casi todas las encuestas dan como vencedor claro del debate a Mariano Rajoy, lo cierto es que parece haber quedado reducida la gran distancia que previamente existía entre PP y PSOE. Hay y habrá partido, a pesar de que todo sigue apuntando a una victoria electoral amplia y cómoda de Mariano Rajoy, que a la tercera oportunidad parece que finalmente logrará acceder a la Presidencia del Gobierno. Está por ver, no obstante, hasta qué punto es holgado este triunfo y si finalmente se confirma la tan repetidamente anunciada mayoría absoluta del PP.

En cualquier caso, sea cual sea el resultado definitivo de los comicios del próximo 20-N, el debate del pasado lunes por la noche tuvo como principal mérito ser muy esclarecedor. Después de lo visto y oído en este debate ya nadie se puede llamar a engaño: sólo existen dos grandes opciones con posibilidades reales de hacerse con el control del Gobierno y son dos opciones claramente diferenciadas. Una es la opción de derechas del PP, que con todo tipo de ambigüedades calculadas intenta ocultar a los electores sus más que previsibles nuevos recortes en políticas sociales y de igualdad con la excusa de que para salir de esta crisis son necesarias drásticas medidas de austeridad, aunque ello atente contra la necesaria cohesión social. Muy distinta es la opción del PSOE, una propuesta socialdemócrata que nos propone una salida de la crisis hecha desde el rigor económico pero desde la solidaridad, esto es sin excesivos costes sociales y con el mantenimiento de los derechos fundamentales adquiridos durante estas últimas décadas en servicios públicos tan básicos como la sanidad, la educación, las prestaciones por desempleo o las pensiones.

Jordi García-Soler es periodista y analista político