Los populares han perdido siete puntos en menos de un mes. El estado de indignación colectiva se va expandiendo velozmente. Rajoy no toca pelota y cuando la toca se marca goles -para desgracia suya y de los suyos- en su propia portería. El 85 por ciento de los ciudadanos en general refutan su reaccionario proyecto de aborto.

La prueba del nueve
El 65% de votantes del PP y de votantes católicos es sin duda alguna la prueba del nueve del insigne error del exalcalde de Madrid, disfrazado ahora de mea pilas. Gallardón es el mismo que, por cierto, endeudó a la capital de España hasta niveles que harían las delicias de los mercados y los gurús de alguna que otra prima de riesgo.

El chico bueno de la película

Gallardón ha contribuido, con enorme eficacia, a este estado de cosas. Quien ha acostumbrado casi siempre -desde hace bastantes años- a ir de chico bueno de la película, de modo que pasaba por ser un centrista intachable, que ponía de los nervios a la caverna mediática y también a sus compañeros genoveses, se nos ha convertido en un miembro más del Club de los Halcones. Quería congraciarse con sus críticos del interior del PP para así ponerse en la sala de espera de los presidenciables. Pero,¡ay! el tiro le ha salido por la culata.

Escenario más o menos como Andalucía
La diferencia entre el PP y el PSOE se ha reducido de forma significativa a menos de seis puntos. Actualmente, el escenario electoral recuerda más o menos el de Andalucía. Con IU, que llega en la encuesta a un extraordinario 12,3%, podría alcanzarse una victoria de la izquierda holgada, aunque no deba menospreciarse el salto de UPyD con un 9´9%. ¿Cabría un Gobierno para España como, salvadas las distancias, es el de Asturias o, de modo más claro, el de Andalucía?

Una gestora
El PSOE, en todo caso, no consigue todavía despegar. Con sólo un 1,3% de crecimiento, nadie -ni los más entregados socialistas- pueden lanzar cohetes. Alfredo Pérez Rubalcaba no ha logrado aún que el PSOE se sitúe en velocidad de crucero. Pero conviene en todo caso no olvidarse que, tras la mayoría absoluta de Aznar, el terremoto fue tan grande para el PSOE que hubo que montar una gestora intentando salvar los muebles.

Muchas gracias
De una manera o de otra, sin embargo, el viento cambió de rumbo paulatinamente y años más tarde Zapatero pasaba de la oposición a la Moncloa. O sea, paciencia y a trabajar. En este caso, Rajoy y Gallardón van abriendo camino a los progresistas. Muchas gracias, don Mariano; muchas gracias, don Alberto.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM