Historieta ridícula
La historieta del cocinero de la finca de los Quintos de Mora –que pertenece al Estado- es ridícula. ¿Por qué iba a sentirse molesto el cocinero, cuyo trabajo por lo demás, debe de ser escaso por razones obvias. Lo sensato hubiera sido lo contrario. Al anónimo cocinero le habría encantado lógicamente preparar una cena para cinco personas, máxime siendo una de ellas el jefe del Gobierno.
En el coche, los tuppers
En cuanto a que la familia Rajoy llevaba en el coche los tuppers de Moncloa, puede interpretarse de varias maneras. La primera: los manjares los prepararon los cocineros del Palacio de la Moncloa y los introdujeron en esos tuppers. La segunda: los manjares los prepararon Rajoy y/o sus familiares y ellos, además, los introdujeron en los tuppers.
La opinión de Ana Botella
El relato del viajecito del presidente es demasiado estólido como para encumbrar a Rajoy a las alturas de la austeridad y de la entrega a su familia. Puesto a presumir de austero, Rajoy hubiera podido sencillamente quedarse en el Palacio de la Moncloa y punto pelota. ¿O es que Rajoy también opina –en la línea que lo hizo la actual alcaldesa de Madrid, Ana Botella antes de entrar con su marido y sus hijos en Moncloa- que la vivienda monclovita no se ajusta a las necesidades de una familia normal?
Un lujo extraordinario
Habitar en el Palacio de la Moncloa es un lujo extraordinario. No está semejante o similar lujo al alcance -ni mucho menos- de la mayoría inmensa de ciudadanos españoles. Y, sobre todo, con la crisis galopante que padecemos. ¿Por qué Rajoy, tan austero y familiar, y tan pródigo recortando gastos sociales, no anuncia que él se recortará de inmediato cualquier viaje, cercano o lejano -de merecido descanso, por supuesto-, teniendo en cuenta que Moncloa para vivir es un paraíso maravilloso y gratis total?
No tome el Pelo, presidente
Sr. Rajoy, no nos tome el pelo con lo del cocinero, los tuppers, la familia y la austeridad.
Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM
