Cruel, violento, despiadado, déspota, zafio, machista, clasista, racista, egocéntrico, egoísta, oportunista, iluminado, rufián, megalómano, vengativo, embustero, tramposo, altivo, prepotente, hipócrita. Veinte calificativos que se quedan cortos para definir a un personaje que inspira miedo y repugnancia por su comportamiento criminal y temeridad.

Aficionado al insulto, a la humillación del prójimo y del débil, supremacista, recalcitrante y contumaz hasta el hastío, de gesto adusto y mirada orgullosa, ser odioso donde los haya, al que le cuadra de maravilla la canción “Rata de dos patas” de mi admirada mexicana Paquita la del Barrio, con disculpas incluidas para todos los roedores.

Los diccionarios de la lengua, de sinónimos, se nos quedan pequeños, porque -como siempre- la realidad supera a la ficción y la más fértil fantasía resulta prosaica ante semejante fenómeno.

¿Qué se puede hacer ante tan repelente criatura? Empezaría por aislarla, por desconectarla de sus fuentes de financiación, por boicotear los productos y los servicios de las empresas que colaboran con él y no pisaría su país mientras lo gobierne.

La ocasión la pintan calva para redoblar el activismo y el internacionalismo de la gente que piensa en positivo, en abierto, que es generosa y solidaria, que defiende los derechos humanos, que se sacrifica por los demás, que es responsable con el planeta y que está contra la homofobia, la xenofobia y todas las fobias que nos convierten en peores personas.

Es un desalmado, muy bien armado y un ser endiosado que ha erigido una catedral en honor de su ejército, inaugurada en 2020, y al que se le pueden aplicar los versos que en su día León Felipe dedicó al dictador Franco, cuando éste decía “que la guerra de España era una cruzada religiosa y al poeta le entraron unas ganas irrefrenables de blasfemar”.

Sí, aunque ya lo hayan adivinado, pongamos que hablo de Vladimir Putin, al que hay que conocer mejor y por eso les propongo la miniserie de tres capítulos Putin, de espía a presidente producida por la BBC en 2020 y disponible en Movistar y el libro La Rusia de Putin de Anna Politkóvskaya, la periodista rusa asesinada en 2006, dos años después de su publicación.

También es buena ocasión para volver sobre 1984 de George Orwell y sus descripciones de los métodos estalinistas de corrección de la historia y de subversión de la verdad.