Sí, Madrid PF (Paraíso Fiscal) debe ser la nueva denominación de la comunidad madrileña, si queremos llamar a las cosas por su nombre y dejarnos de pamplinas. Todos buscamos el paraíso escondido donde crezcan los bosques de madroños y los osos retozen en la Sierra de Guadarrama. ¿Quién no quiere vivir en un paraíso?
Las comunidades autónomas gobernadas por el PP han respondido como una sola a la pretendida financiación singular para Cataluña y la orquesta y los coros mediáticos que les deben sus números negros han recordado que los independentistas pretenden robarnos la cartera. La mejor defensa es un buen ataque y si es preventivo mejor.
IDA I de Ayusistán, la nueva reina de la monarquía de los Madriles, ya trata directamente con jefes de estado extranjeros y suplanta a la Zarzuela para dar el trato merecido a próceres como Milei. En la Puerta del Sol barajan como futuros destinatarios de las medallas internacionales a Marine Le Pen, si gana las elecciones francesas, a Donald Trump si vuelve a la Casa Blanca en noviembre, y a Bukele por su aplastante mayoría en El Salvador.
La receta para convertir un territorio en paraíso fiscal es muy simple: bajar o suprimir los impuestos a los ricos y a los supermillonarios, transferir los bienes públicos a manos privadas y ponerle alfombra roja a los fondos de inversión y si son buitres, mucho mejor. Y esto es lo que ha hecho al pie de la letra la Comunidad de Madrid, cuyo modelo imitan las restantes comunidades gobernadas por el PP. Por eso, Isabel Díaz Ayuso tuiteó en X el 19 de septiembre de 2022 “Andaluces: bienvenidos al paraíso” al anunciar Juan Manuel Moreno Bonilla la eliminación del Impuesto del Patrimonio.
En esta misma línea, el pasado mes de abril, la diputada popular de la Asamblea de Madrid, Elisa Vigil, manifestó en la Comisión de Economía y Empleo: “Me parece curioso que estemos criticando a todos aquellos que vienen a invertir a la Comunidad de Madrid o a patrimonios que quieren estar en la Comunidad de Madrid, como si nosotros fuésemos un paraíso fiscal. No somos un paraíso fiscal, ni estamos en la lista de paraísos fiscales, ni a nivel mundial, ni a nivel europeo. Ojalá, ojalá porque nos iría muchísimo mejor, porque cuantos más ricos vengan, más ricos seremos el resto.”
El problema para la derecha es que no hay ricos para tantos paraísos fiscales como quieren crear, tantos como autonomías gobernadas por el PP. La riqueza se concentra de manera exponencial y es falso que se reparta al resto de la sociedad. Por eso la desigualdad se ha disparado y la pobreza también.