En La Gaceta -diario especializado en exclusivas esotéricas-, el titular de apertura proclama que Rubalcaba “se reunió con un mediador entre el Gobierno y ETA”. Difunden los gacetilleros semejante noticia como si tal reunión –si es que llegó a producirse- hubiera sido un aquelarre de compinches -con Rubalcaba incluido- para rendir pleitesía a los jefes de la banda terrorista.

Piedras en el camino
Conocemos los mecanismos del PP poniendo siempre piedras en el camino hacia el fin de la violencia etarra. En El Mundo, Victoria Prego parece que hace algunos guiños dirigidos a los socialistas, pero para ella el bueno de la película es ¡José María Aznar!, no se lo pierdan. Señala la periodista mencionada: “Ahora bien, de todo lo que está sucediendo en estos días en el entorno del mundo etarra, se deduce que la única política antiterrorista realmente eficaz es la que puso por primera vez en práctica el Gobierno Aznar y luego ha retomado, menos mal, (…) José Luis Rodríguez Zapatero. Esto es, ofensiva policial y política sin concesiones y leña al mono hasta que hable inglés (…).

Complaciente Gobierno
El editorial del periódico mundial juega la carta del pesimismo más o menos matizado: “La complaciente reacción del Gobierno ante el comunicado de los presos etarras resulta preocupante y puede ser peligrosa a la larga para la lucha antiterrorista (…) En efecto se trata de un “paso”, pero no hacia el fin de ETA, como aseguró Rubalcaba”. O sea, el PP y su entorno periodístico no desean en absoluto que –gobernando el PSOE- termine la existencia de ETA. ¿Por qué? Porque no admiten que sean los progresistas quines ganen la batalla contra los terroristas y más todavía a dos meses escasos del 20-N.

Alta traición
El caso Faisán se les ha escapado por fin de las manos a los populares. Han intentado como fuere, y al precio que fuere, condenar y hasta encarcelar a Rubalcaba y a los altos mandos de Interior por el supuesto delito del llamado chivatazo. Se rasgaba el sábado sus vestiduras la plañidera Isabel San Sebastián: “El chivatazo del Faisán es, como dice Aguirre, alta traición (…) una traición imperdonable”. Altos traidores, colaboradores de ETA, dispuestos a premiar a los presos de la banda como ya hicieron con Bildu, negociadores empedernidos con lo que queda de los terroristas. Así es el repertorio argumental de Rajoy y los suyos. ¿Les inquieta ETA? No, lo que les inquieta es el 20-N?

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM