Esta semana en el Senado comenzaba el debate de Presupuestos Generales del Estado. Feijóo decidió tomar la palabra por el PP, sorprendió, porque lo económico no es su fuerte, aunque aún no se sabe cuál es su fuerte; pero no habló de presupuestos, sólo pidió: “Elecciones ya”.

A Feijóo se le ve nervioso, teme que le ocurra lo mismo que a Casado y esto provoca que el PP lleve meses en una hipérbole verbal. Para ellos todo es un Golpe de Estado, incluso votaciones parlamentarias de representantes democráticamente elegidos. Todo es un Golpe de Estado menos lo que sucedió en nuestro país en 1936, que para Feijóo sólo fue una pelea entre abuelos. Vuelvan a la moderación, si alguna vez han estado allí.

Y dejen de crispar, queda un año para las elecciones y por tercer año consecutivo y pese a las dificultades, nuestro país tendrá unos presupuestos en vigor el 1 de enero y eso se llama estabilidad política y económica para nuestro país; sin olvidar que han sido aprobados en el Congreso con 187 votos, más que en la investidura.

Los presupuestos del próximo año refuerzan el Estado del Bienestar, favorecen el crecimiento económico y la creación de empleo y están dirigidos a fortalecer la justicia social; y además cuentan con el aval de la Comisión Europa.

Educación y sanidad crecen un 7%, mientras el PP en otra crisis, mucho menor, recortó en 10.000 millones sanidad y educación; Dependencia sube en 620 millones, mientras con el PP y con Moreno Bonilla como Secretario de Estado quisieron eliminar esta ley; las pensiones aumentan más de 100 euros al mes, mientras Feijóo no apoya subirlas de acuerdo con el IPC; y hay más recursos que nunca para los jóvenes, mientras con el PP miles y miles de jóvenes se tuvieron que ir al extranjero a buscar una oportunidad laboral que aquí no encontraban.

Son unos presupuestos para crecer económicamente y crear empleo. Hace dos semanas, la OCDE mejoraba el crecimiento para España este año, un 4,7%. ¿Y esto qué supone? Supone un incremento del 50% respecto al mejor año de Rajoy. Y en 2023 todas las previsiones hablan de que España crecerá por encima de los grandes países europeos.

España crea 7 veces más empleo que la UE en el último trimestre y lleva 16 meses consecutivos creando empleo. Hay 20,3 millones de personas trabajando, 1,3 millones más que con Rajoy. Y es empleo de calidad, se han firmado 4,6 millones de contratos indefinidos más que el año anterior. Y el paro en noviembre ha bajado más que nunca desde 2007.

Pero estas cuentas públicas son también las de la justicia fiscal. Nadie subió los impuestos más en España que el PP, 50 veces, solo a clases medias trabajadoras mientras se los bajaba a los más ricos. Es lo mismo que hace ahora la señora Ayuso, que perdona 1.000 millones anuales a los más ricos, mientras coloca a Madrid a la cola de España en inversiones en sanidad pública. O como hace Moreno Bonilla que regala 120 millones en impuestos a los más ricos, mientras renuncia a ayudas para luchar contra la pobreza infantil, a pesar de que lo prometió y a pesar de que la pobreza infantil crece hasta el 44% en Andalucía.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha bajado 32 veces los impuestos a clases medias trabajadoras: bajó el IVA de la luz, del gas, eliminó el impuesto al sol o el de la producción eléctrica, mientras sube impuestos a los poderosos. ¿Por qué el PP no apoya subir los impuestos a las grandes energéticas y a los bancos como recomiendan todos los organismos económicos internacionales? Porque el PP actúa como una marioneta en manos de los grandes poderes económicos de nuestro pais.

Feijóo cada día se acerca más a los posicionamientos de Ayuso y de la ultraderecha. Solo le importa el poder y no buscar soluciones a los problemas reales de la gente, por eso no apoyará estos presupuestos, que son los de la esperanza y los de un futuro mejor para nuestro país.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Portavoz de Hacienda, Portavoz Adjunto de la Dirección del Grupo Socialista en el Senado y Senador por Málaga