El martes comenzaba con un importante anuncio económico. Según el FMI, España liderará el crecimiento económico de la eurozona en los próximos dos años. Este organismo internacional prevé un incremento para España de un 1,1% del PIB en 2023 y del 2,4% en 2024, frente al 0,7% y el 1,6%, respectivamente para la UE. Un espaldarazo a la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez y una mala noticia para Alberto Núñez Feijóo, que no se alegra de nada de lo bueno que le pase a nuestro país.

A las 4 de la tarde el presidente Pedro Sánchez iniciaba su intervención en el Senado anunciando una subida del 8% del Salario Mínimo para 2023. Cuando llegó a la Moncloa el SMI era de 735 euros. Este año será de 1.080, un 47% más. Nunca antes ha subido tanto.

Y continuó con un discurso de izquierda socialdemócrata rotundo, bien argumentado, cargando contra el neoliberalismo económico y desmontando el discurso de Feijóo que cada día se aproxima más a la ultraderecha.

El presidente puso en valor el incremento del 45% en gasto social de este Gobierno para mejorar sanidad, educación, dependencia y pensiones. Destacó los 45.000 millones destinados a proteger familias y trabajadores para paliar los efectos económicos de la guerra y asumió el compromiso de seguir fortaleciendo la agenda social en los once meses que quedan de legislatura.

Su preocupación es la falta de poder adquisitivo de la mayoría social y cómo algunas empresas con grandes beneficios se los reparten entre altos directivos mientras pagan bajos salarios a los empleados. Si una empresa gana 600 millones anuales, ¿por qué esa ganancia solo va para unos pocos? ¿Por qué va al consejero delegado y no a los trabajadores?

Además, ha pedido seguir reforzando el Estado del Bienestar y no desmantelarlo como hace siempre el PP. Ha puesto sobre la mesa una pregunta: “¿De qué sirve a una persona que le bajen 44 euros los impuestos, para luego tener que gastarse 2.500 euros en un seguro privado, en una guardería para su hijo o en una residencia para su madre? El deterioro de lo público que defiende el PP beneficia a lo privado y esto tienen que pagarlo las familias, lo que las hace más pobres y menos libres”.

Feijóo no hacía pie con este discurso, no es lo que le habían escrito para este primer debate cara a cara del año con Pedro Sánchez. Pasaba los papeles muy nervioso. No estaba entendiendo nada, porque él está en contra de que las grandes empresas eléctricas y los bancos paguen más impuestos y está en contra de fortalecer el Estado del Bienestar.

No entendió nada el líder del PP y salió a embarrar el partido, con un discurso duro, pero el presidente no dudó en ponerlo ante su propio espejo, recordándole, por ejemplo, como siendo presidente de la Xunta recortó en más de 9.000 millones de euros la sanidad gallega.

También le ha dado un repaso a Feijóo cuando éste ha acusado al Gobierno de mediocre lanzándole esta pregunta: ¿Es mejor Rodrigo Rato que Nadia Calviño como ministro de Economía, es que es mejor Zaplana que Yolanda Díaz como ministra de Empleo o tal vez es más idóneo Jaume Matas que Teresa Ribera como ministro de Medio Ambiente? ¡No hay más preguntas!

La derecha se cree con derecho de gobernar siempre nuestro país y cuando no lo hace le piden a los presidentes socialistas que se vayan. Lo hicieron con Gonzalez, con Zapatero y ahora lo plantean con Pedro Sánchez. Una derecha que vive pendiente de la ultraderecha y se mimetiza con ella. El presidente en este marco ha puesto encima de la mesa que los socialistas siempre trabajamos por defender a España, con más derechos y libertades, donde los trabajadores progresen y las clases medidas mejoren su bienestar.

Y cuando Feijóo ha tratado de ironizar sobre el hecho de que España nunca ha tenido más peso en Europa que ahora, el presidente solo le ha dicho una frase: “Señor Feijóo, yo solo le voy a pedir que no hable mal de España”.

En resumen, malas caras y brazos caídos del PP, sin saber cómo ganar un debate ante el presidente, sin ninguna intención de cambiar su estrategia del no a todo. Y con Feijóo yéndose noqueado del hemiciclo a la mitad de las intervenciones sin escuchar al resto de los grupos parlamentarios. Así pierde otro debate Feijóo. El resultado fue tan contundente que, en esta ocasión, ningún medio de comunicación se molestó en hacer una encuesta. Nadie tuvo ninguna duda.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Portavoz Adjunto de la Dirección Socialista en el Senado, Portavoz de Hacienda y Senador del PSOE por Málaga