Iván Espinosa de los Monteros, portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, ha vuelto a demostrar su catadura y la de su partido con un tuit en el que afirma que “los inmigrantes que llegan no tienen ni trabajo ni dignidad”. El político de extrema derecha se ha expresado en estos términos ante las palabras de Sor Lucía Caram, la monja dominica que realiza su labor solidaria con los inmigrantes en la ciudad de Manresa. La religiosa se enfrenta a la homofobia y trabaja en a favor de la acogida de refugiados, asuntos que irritan al alma azul muy marino de Vox.

Lo que ocurre es que una cosa es la discrepancia y otra la xenofobia. Esta enseña su cara fea cuando el parlamentario abre la boca sobre la cuestión. En parte, Espinosa de los Monteros se suma a las tesis del escritor y periodista Arturo Pérez Reverte, que apunta a la llegada de refugiados como posible declive de la cultura occidental y es comparable a la invasión de los godos en el Imperio Romano. 

Lo paradójico es que la reacción de la ultraderecha, que se autoproclama católica, choca de frente contra los mensajes del Papa Francisco cuando se refiere a inmigrantes y refugiados. Nuestros miedos nos convierten en seres intolerantes, cerrados e, incluso, racistas, ha recalcado. Es un asunto de caridad, de nuestra humanidad, y de no excluir a nadie. Se trata de poner a los últimos en primer lugar, según sus palabras.

El diputado de Vox ve amenazado uno de los pilares propagandísticos de la derechona más rancia, el peligro de que nuestros cimientos imperiales se vean socavados por la amenaza exterior, ya saben. En su tuit, tras descalificar a las personas que se ven obligadas a salir de su país buscando refugio en Europa, el representante de Vox añade: “La Iglesia no puede colaborar en esta nueva forma de esclavitud. Más vale ayudarles en origen que animarles a venir”

Si el señor Espinosa de los Monteros hubiera profundizado en esas reflexiones, sabría que el mandato de Jesús de Nazaret es, precisamente, atender y proteger a todo ser humano vulnerable e injustamente despojado de sus derechos. Acaso, para este portavoz parlamentario de Vox, lo ideal sería volver a las viejas y agradables costumbres, cuando la colaboración se concentraba en entregar unas monedas para los negritos una vez al año en la hucha del Domund. Con eso, Iván Espinosa de los Monteros tendría el ánimo alegre y la conciencia tranquila. 


Enric Sopena es Presidente Ad Meritum y fundador de ElPlural.com