Todos los partidos políticos de 1931 han desaparecido o hancambiado de nombre: fijaos en el PP que viene de la republicana CEDA,pasando por las innumerables denominaciones que todos conoceis. Inclusoel PCE ya se esconde detrás de otras siglas. Sólo hay un partido por elque han pasado las décadas, las tragedias y las alegrías y se siguellamando igual: el PSOE.

Pero algo paralelo le ocurre a la Guardia Civil. No se puede entenderla llegada pacífica de la II República si no es porque se analiza laneutralidad activa de la Guardia Civil el 14 de abril de 1931. He oído aalgún Guardia Civil decirme que siente que aquel día su director, elgeneral Sanjurjo, no frenara la Historia. Ya se que es una lamentacióninútil pero, además, es una lamentación muy poco “Guardia Civil”: laesencia de la Guardia Civil está en la defensa del poder constituído.

Seguramente, esta actitud le ha costado muchos disgustos a la GuardiaCivil. Y sobre todo mucha incomprensión ciudadana: lógica, cuando elpoder no ha sido democrático.

Pero me parece importante que -antes de condenar a una Guardia Civilestrechamente vinculada al régimen de Franco- dejemos anotado qué hizola Guardia Civil cuando todavía podía decidir por sí misma. El 18 dejulio de 1936 había siete generales en la Benemérita: sólo se sublevóuno. Los Guardias Civiles leales a la República pesaron mucho más en eltriunfo de la legalidad que los alzados pesaron en las victorias de lossublevados.

Si la sublevación triunfó, se debió al Ejército; si la República se mantuvo, se debió a la Guardia Civil.

No entro a relatar con detalle las diferencias dentro del PSOE quetuvieron lugar durante la tremenda guerra entre españoles. Hay una razónde peso por la que yo no quiero hacerla: todos los socialistas lucharonpor la legalidad hasta el final, después del final y hasta que llegóotra vez la Democracia. Las diferencia (que las hubo) son matices cuandode ciertas palabras con mayúscula se trata.

Y entiendo a los españoles que no aceptan una Guardia Civil que fuemodificada de arriba a abajo por una dictadura y que se convirtió enelemento no menor de la represión contra las Libertades.

Ese larga noche pesa muy poco sobre los que han cambiado susdenominaciones de origen; pero pesa mucho sobre los que no cambiaron denombre y ahora son totalmente defensores de la Democracia. Nadie lesrecuerda a ciertos partidos políticos sus orígenes franquistas, pero síse los recuerdan a la Guardia Civil.

Estas notas republicanas de un socialista monárquico son un esfuerzomás en la línea de muchos compañeros que han entendido muy bien lo quesignifica y va a significar la Guardia Civil en nuestro país en lostiempos complicados que tenemos por delante.

Espero que España celebre dentro de otros 100 años el aniversario del PSOE. Y el de la Guardia Civil.

Luis Solanas es militante socialista y promotor de Nuevas Tecnologías
www.luissolana.com