Para ser exactos, lo será dentro de cinco días. El 1 de enero de 2025, la obra de Manuel Chaves Nogales pasará a ser de dominio público y, por lo tanto, a disposición de todos aquellos que quieran editarla, sin el pago consiguiente de derechos a sus herederos. La legislación española establece que las obras de un autor pasan a dominio público 70 años después de su muerte. Este periodo se inicia el 1 de enero del año siguiente al fallecimiento del autor. Sin embargo, para los autores que fallecieron antes del 7 de diciembre de 1987, el plazo se extiende a 80 años, como es el caso que nos ocupa. Chaves Nogales murió el 8 de mayo de 1944 en Londres, a la edad de 46 años, debido a complicaciones por una peritonitis.
Estamos ante una de las voces más lúcidas del Periodismo y la Literatura española del siglo XX. Fue enterrado por el franquismo, olvidado por todos, hasta su redescubrimiento por parte de Maribel Cintas, que realizó su tesis doctoral sobre él, hace más de 30 años. Esta sevillana, catedrática de instituto, como una hormiguita, ha ido recuperando textos y más textos, desperdigados por todo el mundo, hasta completar una vasta obra que hoy, gracias a ella, nos permite disfrutar de una pluma singular y brillante.
A la búsqueda y la edición de su obra se han ido sumando otros investigadores, de tal suerte que la leyenda de este sevillano ilustre luce ya en el Olimpo de los grandes del Periodismo y la Literatura. Naturalmente, no han faltado ni los oportunistas ni los falsos descubridores de su obra, algunos animados por sus herederos, a la búsqueda de la mayor rentabilidad posible, mientras les correspondieran los derechos de autor.
Incluso, un partido de color naranja intentó apropiarse de su legado e incorporarlo a su base ideológica, obviando su condición de republicano y masón. Se amparaban en el rechazo público que hizo siempre Chaves Nogales de los extremismos de izquierda y derecha; que alcanza su mejor expresión en el prólogo de “A sangre y Fuego”, un texto que debería estudiarse en todas las escuelas como una crónica esencial para comprender los trágicos momentos de aquella época. Sobre todo porque hoy estamos empezando a cometer los mismos errores de entonces.
Su azarosa y aventurera vida; su amor por la ciudad que le vio nacer, Sevilla; su trágico olvido y, sobre todo, su maestría en un Periodismo crítico, escrito a pie de noticia, yendo a las fuentes por muy lejos que estuvieran, le convierten en un referente comparable a los grandes autores anglosajones, que renovaron los medios de comunicación de la primera mitad del siglo XX. Su periódico “Ahora”, fundado el 16 de diciembre de 1930, que dejó de publicarse en 1939, es un renovador formato, profundamente gráfico, comparable a los grandes diarios europeos de entonces. Acudir a la hemeroteca a consultarlo es un placer íntimo que, además, nos hace descubrir que los debates y las preocupaciones de los españoles no han cambiado demasiado, casi cien años después.
Ahora que Chaves Nogales ya es de todos, animo a las facultades de Periodismo a que elijan alguna de sus facetas como reportero y escritor y publiquen nuevos estudios sobre él, porque aún queda mucho por descubrir. El camino lo abrió Maribel Cintas y ese mérito queda para ella, en las miles de horas que ha usado para dar luz a su obra. En unos días va a sacar una nueva edición de una de las novelas más deliciosas del genio sevillano, “El maestro Juan Martínez que estaba allí” en su formato original, procedente del periódico, donde se publicó en 1934.
Siento una alegría especial de saber que, a partir de ahora, Chaves Nogales nos pertenece a todos; lo que, sin duda, nos va a deparar muchas sorpresas.