Rubalcaba tiene pánico escénico a las primarias. Sabe que si las pierde, su carrera política ha acabado. Por eso, trata de impedirlas a toda costa. En su operación ha tenido el apoyo inestimable de Manolo Chaves. El líder andaluz quiere recuperar a toda costa poder en el partido en Andalucía de cara a las próximas elecciones. Eso sólo se lo puede permitir un congreso extraordinario del PSOE que abrirá en cascada los congresos territoriales. Su enfrentamiento con Griñán se está agudizando por momentos y Chaves quiere volver a controlar el partido.
También el congreso extraordinario pone los pelos de punta a la vieja guardia que no quiere perder su influencia y su control. Por eso, Bono verbaliza la opinión de Felipe, Guerra, Ibarra y otros, incluido quizás el presidente extremeño, Fernández Vara. Su posición, que el Comité Federal elija candidato. El congreso más tarde.
Sólo Carme Chacón se atreve a consultar a la militancia. Solamente la ministra de Defensa quiere contrastar proyectos, ideas y propuestas ante la militancia. Incluso Ibarra quiere descalificarla diciendo que por qué una militante del PSC quiere ser la candidata del PSOE sino es militante del PSOE. Un juego sucio que pone encima de la mesa los temores de los que no quieren perder el férreo control del partido. Un férreo control que se ha demostrado insolvente. Los ciudadanos han dado la espalda a un partido al que han criticado que se haya alejado de sus inquietudes y sus aspiraciones. Que se haya alejado de la izquierda y se haya ido a la derecha.
Cuando en los hogares hay malos olores, huele a podrido y a humedad, lo mejor es abrir las ventanas para que entre aire fresco. En el PSOE, algunos se afanan a cerrar todas las ventanas. Quieren que el Comité Federal decida un candidato. Los militantes a aplaudir. Otros, sólo abren algunas ventanas para que entren algunos. Quieren un congreso extraordinario. Los militantes a aplaudir. Sólo Chacón abre todas las ventanas. Los militantes a opinar y votar. Visto lo visto, el problema de las primarias para el establisment socialista sólo es uno. Que gane Chacón y se afronte una nueva, y profunda, renovación del partido. Le están haciendo la campaña porque ahora, después del 22-M, el PSOE necesita una socialist-revolution que se llama Carme Chacón Piqueras.
Toni Bolaño es periodista y analista político