El PP fue el único partido de ámbito estatal, con representación parlamentaria, que no asistió a las manifestaciones del 8-M. La excusa que puso su presidente, Pablo Casado, es que los actos los organizaba la extrema izquierda. Es más que probable que en la declaración del máximo dirigente del Partido Popular haya más desconocimiento, dada la premura con la que consiguió sus títulos académicos, que mala fe, así que desde esta modesta tribuna voy a intentar echarle una mano.

Vamos a ver Pablo, si te parece bien empezamos por la graduación ideológica de los partidos políticos, no vaya a ser que no hayas entendido bien lo que es derecha e izquierda. Creo que el principal problema se encuentra en una mala calibración de tu partido y de ahí te surge una visión distorsionada del resto del espectro político. El PP, querido Pablo, no es un partido de centro, como tú en tu santa ignorancia crees, sino de derecha-derecha, tan de derecha que a la mínima que te despistas, como le ocurrió a Santiago Abascal, te caes en la extrema derecha. Si corriges este error, te darás cuenta de que lo que tú creías que era centro-izquierda, como Ciudadanos, es en verdad derecha-centro. Siguiendo con la corrección del tiro, el PSOE te queda en un centro-izquierda (con algunos Felipes, Alfonsos o Page rozando el centro-derecha)  y Podemos vendría a ser, además del partido de Pablo Iglesias ("el hombre"), una agrupación de izquierda bastante modosita.

Ergo, teniendo en cuenta que a los actos del 8-M asistieron todos menos vosotros y VOX, podríamos afirmar, sin temor a equivocarnos, que el movimiento feminista tuvo el apoyo de todos los partidos que van desde la derecha a la izquierda y que sólo quedaron excluidos los que ocupan la franja de la derecha extrema y de la extrema derecha. Solventado este error en la mira telescópica, hablando en un lenguaje que le sea próximo a tu compañero Santiago, vamos a afrontar el siguiente problema que puede haberte confundido sobre lo que es el movimiento feminista.

Por definición, Pablo, los partidos de derecha son conservadores. Eso quiere decir que están bastante o muy conformes con la realidad actual y no son partidarios, por lo tanto, de cambiarla. Cuanto más a la derecha, más de acuerdo estás con el estatus y menos cambios quieres que se produzcan. Pero puedes llegar a estar tan a la derecha que acabes rompiendo la rosca y pases de conservador a restaurador. En ese caso te conviertes en un progresista inverso, cuyo objetivo es cambiar el presente por el pasado. 

Podríamos simplificar la postura de los partidos de la siguiente manera: Vox pretende volver a una situación anterior en la que las mujeres recuperen los "no derechos" que tenían durante el franquismo. Al PP la situación actual, por lo general, le parece perfecta. Ciudadanos le daría unos pequeños retoques liberales a las leyes, para que las mujeres tuvieran más libertad para prostituirse o hacer de vientres de alquiler. El PSOE continuaría con las reformas pero teniendo cuidado de que no se derrumbe la casa y Podemos está más por meter la excavadora y empezar todo desde los cimientos. 

Visto así, querido Pablo, debo decir que en parte tienes razón: el movimiento feminista, como todas las corrientes progresistas que se han producido en la historia de la humanidad, es de izquierdas. En lo que no la tienes es en calificarlo de extremista. Lo verdaderamente extremo y radical, Pablo Casado, es mantener una situación en la que más de la mitad de la población está discriminada.