Sí, será por garantizar nuestra seguridad pero lo que está ocurriendo es realmente alucinante. La Dirección General de Tráfico (DGT) está permitiendo la venta de balizas V16 con el sello homologado, y con su logotipo, sin aclarar que no serán válidas a partir de enero de 2026.

Por si algunos todavía no lo sabéis, a partir del 1 de enero el único dispositivo de señalización que será obligatorio y válido para llevar en los coches son las nuevas balizas V16 con conectividad con la Dirección General de Tráfico. Un dispositivo electrónico que se coloca sobre el techo del coche y que emite luz y está conectado mediante una tarjeta SIM con Tráfico.

Pues la cosa es que a día de hoy se siguen vendiendo balizas que no están conectadas con la DGT, que no nos van a servir para nada más que para adornar el coche a partir del día 1 de enero de 2026, y aquí no pasa nada. Tráfico permite que se vendan induciendo a error a los consumidores y, además, utilizando su logotipo.

Y mira que es fácil evitar la confusión. Es tan simple como enviar una notificación a todos los conductores desde la DGT donde nos aclaren qué es lo que está pasando, qué es lo que va a ocurrir a partir del 1 de enero y a qué tenemos derecho si hemos caído en la trampa, si hemos comprado una baliza inducidos a error como consecuencia de esa publicidad confusa o sencillamente de que nos han ocultado la información sobre el hecho de que tienen fecha de caducidad, que caducan con el fin de este año.

Es una irresponsabilidad que se esté permitiendo, sin tomar ningún tipo de medida, la venta de un producto con una información no ya insuficiente sino engañosa, de manera que se está provocando que muchos consumidores compren algo que no les va a servir para nada.

Qué menos que haber enviado una comunicación a todos los conductores donde les informe, por un lado, de la entrada en vigor de esa obligación a partir del 1 de enero, de cuáles son las balizas que cumplen los requisitos y sobre todo, que hay empresas que están intentando acabar con su stock de productos que no consiguieron vender a lo largo de todo el periodo de transición en el que esas balizas se podían utilizar si se quería junto al triángulo de señalización y que a partir de enero no va a utilizar nadie. Al menos no va a utilizar nadie que sea consciente de cuáles son realmente las balizas que sirven. Con lo ágiles que son en Tráfico para notificarnos las multas y en esto pues todavía no les ha dado tiempo.

Así que si has comprado una baliza que no está conectada con la DGT y no te lo aclararon en la información comercial, en el etiquetado, en la publicidad, reclama que te devuelvan el dinero. Reclama y denuncia.

Denuncia ante la Dirección General de Consumo del Ministerio de Consumo porque es una práctica sancionable, es un fraude a los consumidores lo que está ocurriendo. Porque con ello se están vulnerando tres leyes. Por un lado, la Ley de Competencia Desleal, que en su artículo 5 califica de acto de engaño cualquier conducta en la que nos faciliten información que pueda inducir a error al consumidor sobre las características de un producto o servicio.

La segunda que se vulnera es la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios. Y en ese caso son dos artículos los que se incumplen: el 20 y el 60. El que establece la obligación de facilitarnos información sobre las características esenciales del bien y la de darnos información relevante, veraz y suficiente sobre el mismo.

Y la tercera norma que se están saltando fabricantes y vendedores que nos ocultan que las balizas que nos venden no están conectadas con la DGT es el mismísimo real decreto que reguló su uso y su venta, que reguló un periodo transitorio en el que podían seguir comercializándose balizas sin conectividad pero siempre que se garantizara la máxima transparencia, información y protección al consumidor.

Ojalá en Tráfico asuman de una vez su irresponsabilidad y el perjuicio económico que se está provocando a multitud de consumidores engañados y confundidos, y ponen en marcha de una vez esa campaña de comunicación a todos los conductores para advertirles de lo que tienen que hacer y de a qué tienen derecho si han caído en la trampa. Y a ver si en el Ministerio de Consumo se dedican a sancionar a todas esas empresas que se están riendo de los consumidores vendiéndonos un producto cuya colocación en nuestros vehículos va a tener a partir del 1 de enero la misma validez legal que una coliflor.

Soy Rubén Sánchez y en ocasiones veo fraudes.

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