El próximo sábado, los socialistas y las socialistas de Madrid tenemos una cita decisiva para el futuro de nuestro partido. No se trata solo de elegir entre uno u otro compañero para ocupar la Secretaría General, sino que vamos a elegir el rumbo de nuestra organización en los próximos años.

Tenemos que elegir si queremos un proyecto de izquierdas sin complejos que trate de alcanzar mayorías sociales desde políticas nítidamente de izquierdas. Tenemos que decidir si queremos ser por fin mayores de edad en Madrid y optamos por la autonomía, trabajando con total lealtad a los órganos federales, pero decidiendo en Madrid el futuro para Madrid.

Y, sobre todo, decidiremos si queremos mantener las formas que nos han llevado a décadas de gobiernos de la derecha en la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital o queremos por fin cambiar para ganar.

Es momento de partido. No podemos construir la casa por el tejado del candidato. Necesitamos unos cimientos fuertes, un partido más grande, más coordinado y más imbricado con la sociedad madrileña. Necesitamos un proyecto en cuyo desarrollo participen tanto la militancia como el tejido social y ciudadano.

Y, cuando ya hayamos reconstruido el partido y elaborado un proyecto, elegiremos a quien debe liderar nuestras listas en la Comunidad y el Ayuntamiento a través de unas primarias. Yo defenderé que esas listas sean encabezadas por mujeres.

Ese es el proyecto que he decidido encabezar para cambiar nuestro Partido Socialista de Madrid. Un proyecto que no es sólo de Javier Ayala, sino que es el proyecto de muchas otras personas; de muchos afiliados y afiliadas de todas las edades y procedencias. Porque la clave es que, persona a persona, sumemos todo lo que podamos para volver a gobernar Madrid y dar soluciones a una ciudadanía que nos necesita y nos está esperando.

Es momento de generosidad y, por eso, he decidido dar un paso adelante para trabajar por mi partido y para aportar la experiencia y el modelo de Fuenlabrada al PSOE-M sin afán de protagonismo. Ahora ya ha llegado la hora de la militancia, de que los socialistas y las socialistas decidan. El futuro de Madrid no se va a diseñar en un despacho sino llenando las urnas de votos que quieren un partido socialista de Madrid distinto y nítidamente de izquierdas.