Juan Manuel Moreno Bonilla, el que no le dice la verdad ni a su médico, cada día destroza más y más la sanidad pública andaluza. Muchos médicos se están marchando fuera de Andalucía para mejorar sus condiciones laborales y salariales. Lo mismo ocurre con los enfermeros. Este fin de semana, enfermeros del Hospital Regional de Málaga han denunciado que ya no pueden garantizar los cuidados mínimos por falta de personal. Sólo en este hospital faltan 300 enfermeros. ¿Considera el presidente del PP andaluz que así se puede dar una asistencia mínima y decente a los pacientes? ¿Esta es la sanidad que merecemos los andaluces?

Y luego están los terribles recortes en educación pública. ¿Cómo puede ser que 200 niños de un colegio público, el IES Las Viñas de Mollina, puedan llevar dos años durante los meses más fríos con abrigos y mantas en las clases porque Moreno Bonilla no quiera pagar 7.800 euros que cuesta una caldera nueva?¿Dónde ocurre esto en cualquier otro lugar de España? La pasada semana alumnos, AMPA y el propio Alcalde han tenido que manifestarse y denunciarlo en los medios de comunicación para que ante la presión la Junta se plantee una solución al problema.

Tal es lo terrible de la situación, que hoy miércoles, las dos Mareas, la Verde, que reclama mejoras en educación, y la Blanca, que hace lo propio en sanidad, vuelven a salir a la calle otra vez ante el desmantelamiento progresivo y los recortes que está llevando a cabo el presidente andaluz del PP en ambas.

Moreno Bonilla prometió mejorar la sanidad, y muchos andaluces lo votaron, pero mintió. Hoy la sanidad andaluza está peor que nunca. Estamos a la cola de España en inversión por habitante. Nunca en la historia de nuestra región ha habido más de un millón de andaluces y andaluzas en listas de espera, nunca ha habido tantos andaluces esperando una cita con el especialista ni tantos pacientes esperando ser operados. Al presidente andaluz del PP no le preocupa ni la salud ni la vida de los andaluces.

Faltan médicos de urgencias, faltan médicos en hospitales, faltan médicos en centros de salud, faltan pediatras, faltan fisioterapeutas, faltan psicólogos para atender las enfermedades mentales. La Atención Primaria está siendo destrozada. Las urgencias están colapsadas. No se cubren ni las bajas, ni las vacantes, ni las vacaciones. Y además Moreno Bonilla ha echado ya a 13.000 sanitarios a la calle. Un estropicio tras otro, marca el día a día de la sanidad pública andaluza.

Su objetivo es favorecer el negocio de lo privado. No hay dinero para mejorar y fortalecer los hospitales y los centros de salud públicos, pero hay millones y más millones para derivar pacientes a las clínicas privadas. Aunque todos sabemos que cuando se trata de una enfermedad grave la sanidad privada traslada inmediatamente el paciente a la pública, pero si ésta se encuentra desmantelada, ¿qué ocurrirá entonces con todos estos pacientes? ¿Esto nadie lo ha pensado?

Moreno Bonilla ha colocado a Andalucía también a la cola del gasto educativo por alumno en España. Ya ha cerrado casi 2.000 clases escolares desde que gobierna la Junta de Andalucía. Apenas invierte en mejorar las infraestructuras educativas. La carencia de profesionales de Atención a la Diversidad es más que flagrante y las ratios de alumnado elevadísimos.

No es decente que las bajas de profesores se estén cubriendo después de que pasen varias semanas, lo que provoca que el alumnado pierda numeras clases, y todo ello, solo porque la Junta no quiere pagar el dinero que se requiere. Los refuerzos educativos prometidos y publicitados por Moreno Bonilla nunca han llegado a los centros. El presidente andaluz se ha reído de los alumnos y de los docentes.

A Moreno Bonilla no le preocupa la educación de nuestros hijos, pero sí hacer negocio. Es intolerable que se suban por tercer año consecutivo los comedores escolares, sin tener para nada en cuenta la economías familiares y tampoco le importó retrasar tantas semanas el inicio de las actividades extraescolares con el perjuicio enorme que supuso para tantas familias.

Pero mientras el PP machaca la educación pública, mima a la concertada, de hecho en las cuentas públicas andaluzas para el próximo año el presupuesto para la educación concertada alcanza cifras históricas, superando por primera vez los 1.000 millones de euros. Y no se reducen aulas en este tipo de educación ¡qué casualidad!

Las Mareas, la Blanca y la Verde vuelven a salir a la calle, porque sobran los motivos, salen a la calle para decir  “¡Basta ya” y para reclamar al presidente andaluz del PP que deje de atacar desde todos los frentes a la sanidad y a la educación pública. Andalucía no merece estar a la cola de España en ambos servicios públicos.

Con el PP en Andalucía solo se beneficia a los millonarios, mientras se abandona a las familias andaluzas, lo vemos en el abandono de la salud de los andaluces y lo vemos en los recortes en educación pública. Sr. Moreno Bonilla, entérese, ha engañado a conciencia a los andaluces y andaluzas. No ha cumplido nada de lo que prometió.

Sr. Moreno Bonilla, deje de ser el “lacayo” de Feijóo, deje de ser el “palmero” de Ayuso y preocúpese de los problemas de los andaluces, que cada día son mayores. Hoy ponerse enfermo en Andalucía es un serio riesgo para la salud. Y si no le importa el presente ni el futuro de la educación andaluza no merece ser presidente de esta tierra.