Literalmente está fue la respuesta completa de Moragas: “Lo que creo es que la ministra de Asuntos Exteriores patina cuando dice que hay un grado de madurez suficiente para el reconocimiento. Nosotros no cuestionamos que haya un Estado palestino, pero pensamos, al contrario que la ministra, que la cuestión está muy verde. Y le daré tres razones. Primera esa pretensión chocará en el Consejo de Seguridad con el veto de Estados Unidos y, por tanto fracasará.

División del voto europeo
En segundo lugar, la UE no afronta de forma unida ni unívoca una decisión de esa trascendencia. Y la ministra lo sabe. Hay países importantes, como Alemania, que no lo ven con buenos ojos. Vamos a una división del voto europeo en un organismo multilateral (…) Y, en tercer lugar, al ser un acto unilateral, afectaría negativamente al proceso de paz y a la proposición de la propia UE dentro del cuarteto.”

Vuelta al pasado
Blanco replicó recordando que “el PP en materia de política exterior nos está anunciando que quiere volver al pasado, que quiere volver a la política exterior de Aznar”, lo que es “un retroceso.” Señaló Blanco que, a pesar de lo mucho que ha cambiado el mundo durante estos años, el PP sigue planteando la misma política exterior que en su momento llevó a cabo Aznar y que fue “un fracaso estrepitoso”, que “nos condujo a la guerra de Irak”.

Misas y lobbys judíos
En cuanto a Palestina, convendría que Moragas no perdiera la memoria. Aznar, antes de que apareciera en la Casa Blanca George W. Bush y ambos se hicieran amigos, estuvo -siendo presidente del Ejecutivo español- entregado a Yasser Arafat. El matrimonio Aznar y el matrimonio Arafat se veían con mucha frecuencia y hasta fueron juntos a misas de gallo con motivo de la Navidad o del inicio del año. Su entusiasmo por Arafat duró, sin embargo, más bien poco. Tanto ha cambiado Aznar –profesional del oportunismo- que recientemente ha puesto en marcha un lobby judío con el nombre de Iniciativa de Amigos de Israel.

Xenófoba y reaccionaria
¿Por qué se escabulle torticeramente Moragas a la hora de pronunciarse en favor del Estado de Palestina, que sigue sin ser reconocido a escala internacional? Prefiere, como es evidente, criticar a la ministra Jiménez que decir una sola palabra crítica hacia los gobernantes del Estado de Israel. Moragas, tan cercano ahora a Rajoy, es un producto político de Aznar y, desde luego, de FAES. Fue en la FAES donde no hace mucho Moragas participó en una jornada en la que se examinó si sería positivo o no la integración de Turquía en la Unión Europea. Moragas argumentó lo siguiente: “La entrada de Turquía en la UE supondría tener fronteras directas con algunos de los países más inestables del mundo”. A Moragas no le gustan ni los palestinos ni, en general, los moros. Así es –salvo excepciones- la derecha: xenófoba y reaccionaria.

Enric Sopena es director de ELPLURAL.COM