“Era un 4 de diciembre
cuando tomamos la calle,
era un 4 de diciembre
cuando dijimos que verde y blanca
era nuestra sangre.
Andaluces levantaos,
desde el trigo hasta la mar,
un 4 de diciembre
luchamos por nuestra gente,
España y la humanidad”.


Pasodoble ‘Era un 4 de diciembre’. Los Piratas. Antonio Martínez Ares (1998). 

Era el 4 de diciembre de 1977. Miles de banderas blancas y verdes llenaron de color las calles de las capitales de Andalucía -y también las de Barcelona- protagonizando así las mayores manifestaciones desde la República. Una fecha que quedaría para siempre marcada en la historia del pueblo andaluz y que tristemente se cobró una víctima: la del joven malagueño Manuel José García Caparrós -Hijo Predilecto de Andalucía a título póstumo-.

Lo cierto es que ese día, más de dos millones de personas salieron a la calle para reivindicar no solo la identidad propia, sino los derechos de todo un pueblo que exigía autonomía plena. El clamor de un pueblo resonó en todos los rincones de su tierra.

Las movilizaciones fueron el punto de partida para el referéndum del 28 de febrero de1980 y del Estatuto de Autonomía andaluz que finalmente se aprobaría al año siguiente.

En peligro 43 años después 

Por todo ello, las movilizaciones de aquel 4 de diciembre se sitúan como el origen de la construcción de un modelo autonómico armónico y sin desigualdades que ahora, 43 años después, está en cuestión por el ascenso de la ultraderecha y nuevas pretensiones independentistas.

Ocho lustros después, el modelo territorial que ha permitido la etapa más próspera de convivencia en España y de autogobierno en Andalucía está sometido a revisión por Vox, el partido que sostiene en San Telmo al Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos.

Vox propone acabar con la autonomía

El partido de extrema derecha política tiene una posición muy marcada respecto al modelo de Estado. Vox no solo quiere la “suspensión de la autonomía catalana”, sino la “transformación del Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división”.

Según se afirmaba de forma literal en su programa electoral, la apuesta de Vox es por la de “un solo gobierno y un solo parlamento para toda España”. Es decir, lo que la extrema derecha propone, en la práctica, no es otra cosa que cerrar el Parlamento de Andalucía. Y hasta entonces, “como paso previo: la devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica”.

Lo que Vox dice literalmente 

Por su interés informativo, reproducimos a continuación lo que literalmente dice Vox en su progra electoral sobre "España, Unidad y Soberanía":

1. Suspensión de la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración de responsabilidades civiles y penales.

2. Ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía.

3. Dotar de la máxima protección jurídica a los símbolos de la nación, especialmente la Bandera, el Himno y la Corona. Agravamiento de las penas por las ofensas y ultrajes a España y sus símbolos o emblemas. Ninguna afrenta a ellos debe quedar impune.

4. Ninguna administración ni particular puede menospreciar la lengua común de todos, el español. Mucho menos discriminarla. Hay que cumplir estrictamente el mandato constitucional de que todos los españoles tienen derecho a utilizar el español, y el deber de conocerlo. Suprimir el requisito del conocimiento de la lengua cooficial en el acceso a la función pública de forma que se evite cualquier tipo de discriminación.

5. Supresión de las policías autonómicas y, hasta que se haga efectiva, alcanzar la equiparación salarial real entre el Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil y las policías autonómicas. Todas las FCSE dependerán en última instancia del Gobierno Central.

6. Transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario que promueva la igualdad y la solidaridad en vez de los privilegios y la división. Un solo gobierno y un solo parlamento para toda España. Como paso previo: devolución inmediata al Estado de las competencias de Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia limitando en todo lo posible la capacidad legislativa autonómica.

7. Intensidad y determinación en las acciones diplomáticas para la devolución de Gibraltar, y el desmantelamiento de las redes de piratería, narcotráfico, contrabando y blanqueo de capitales que se extienden desde la colonia.

8. Plan integral para el conocimiento, difusión y protección de la identidad nacional y de la aportación de España a la civilización y a la historia universal, con especial atención a las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales.

9. Derogación inmediata de la Ley de Memoria Histórica. Ningún parlamento está legitimado para definir nuestro pasado, y menos excluyendo a los españoles que difieren de sus definiciones. No puede utilizarse el pasado para dividirnos, al contrario, hay que homenajear conjuntamente a todos los que, desde perspectivas históricas diferentes, lucharon por España.

10. Supresión del Concierto Económico Vasco y el Convenio Navarro y la incorporación de ambas regiones y sus Diputaciones Forales al Régimen Común.