SMART Green Gas, un proyecto que durará hasta 2018 y lidera FCC Aqualia con la participación de un consorcio de empresas en el que están presentes Gas Natural Fenosa, EDP-Naturgas Energía, Biogas fuel cell, Diagnostiqa, Dimasa Grupo y Ecobiogas, además de la colaboración de varias universidades españolas, estudia cómo obtener biocombustible -biometano o biogás- a partir de los residuos urbanos y agroindustriales, para poder ser inyectado en la red gasista o utilizado como combustible de automoción. El proyecto permitiría obtener en España un gas renovable y 100% autóctono, lo que contribuiría a la seguridad energética de la UE, y permitiría reducir en un 80% las emisiones de CO2  en comparación con vehículo de gasolina. Se calcula que una planta depuradora de tamaño mediano podría producir en torno a un millón de litros de biogás al día, lo suficiente para poner en marcha más de 300 vehículos de gas natural comprimido (GNC). Una flota que representaría, por ejemplo, la red al completo de autobuses urbanos, camiones de basura, coches de policía y ambulancias. Este mes de octubre han comenzado las pruebas piloto en la planta depuradora de aguas residuales de Jerez de la Frontera (Cádiz). Este proyecto persigue sumar en el desarrollo de una economía circular y en la construcción de ciudades resilientes, e implica un impulso a la investigación y creación de combustibles alternativos en el sector del automóvil en España.